♡ Mi nuevo yo ♡

17 0 0
                                    

Fui a la escuela, fue algo vergonzoso porque me equivoqué de salón, pero no era la única despistada ese día. Muchos entraron a salones que no les correspondía.

En mi primer día, pude hacer dos amigas, una se llamaba Marlen y la otra se llamaba María. Ambas eran tímidas al igual que yo, ¡perfecto! Ni una palabra nos dijimos, nos juntamos el primer día, pero salía una palabra cada media hora.
Pasaron los días y me fui llevando mejor con ellas, ahora hablábamos más, éramos inseparables.

Un día, estaba hablando a solas con Marlen, cuando escuché de su boca lo que nunca había pasado por mi mente.

-Hitomi, tú me gustas- dijo Marlen agachando la cabeza.

-Espera ¡¿qué?!- dije espantada

-Lo que escuchaste

-Pero... Marlen... ¿quieres decir que eres...lesbiana?

-Sí ¿algún problema con eso?- me miró amenazadoramente.

-No, es solo que... Yo no soy así- dije.

No es que fuera homofóbica o algo así, pero que de repente alguien de tu mismo sexo te diga que le gustas...era algo sumamente nuevo para mi.

Llegó María.

-¿De qué hablan?

-De nada...- dijo Marlen.

-Sí, de nada...

Ya era hora de la salida, ¡y pum! Me topé con un chico que llevaba un morral de uno de mis animes favoritos "Tokyo Ghoul".

-¡Oh cielos! ¡Es Kaneki!

-Jaja, sí, lo es. Por lo que veo eres de nuevo ingreso- dijo observándome.

-Sí, supongo que eres de tercer semestre- dije sonriendo.

Sin darme cuenta, comenzamos a hablar tan espontáneamente, que de ser completos desconocidos, nos convertimos en buenos amigos. Pero... A lo lejos, Marlen me miraba con una cara de enojo, de celos...
Fueron más frecuentes los días en los que hablábamos él y yo. Y sin más, me di cuenta de que estaba enamorada.

-Oye María, tengo algo que contarte- dije emocionada.

-¿Qué pasa?- me mira con atención.

-Esque... estoy enamorada de aquél chico con el que siempre platico. Ya sabes, Emmanuel.

-¡Oh cielos! ¡¿de verdad?! ¡Qué genial!- dijo María

-Pero quiero ganarme su amor, así que no lo arruinaré diciendo que me gusta- dije tapando mis ojos un poco avergonzada.

Ese día debí darme cuenta de lo que pasaba, pero creo que...era demasiado tarde.

No es lo mismo cancer de mama, a que mamá con cancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora