UN GIRO INESPERADO

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Enrico se frotaba la sien con ambas manos.
Barbara le había llamado desesperada para que él interviniera en el conflicto que se había desatado entre Gianluca e Ignazio. Ella se había enterado debido a una llamada de Piero.

Enrico la había escuchado, no pudo brindarle muchos detalles, salvo que discutían por Nataly.
Cuando Barbara llego al departamento de Ignazio, Gian se había marchado en busca de la chica para pedirle a ella una explicación.

Enrico se puso en pie y descolgó un cuadro cubista de la pared, dejando visible el tablero de corcho con las fotos de los seis jóvenes. Miro en especifico la de Nataly.

- ¡Perfecto! - murmuro con una sonrisa. - Ya has empezado el juego.... las blancas mueven primero siempre, pero eso no indica que las negras no puedan vencer...

Dos toques a la puerta y Fiorella entro.
- ¿Me llamó? - Enrico estaba de pie mirando su cuadro cubista. Lo había colgado de nuevo.
- Localiza a Ginoble, Boschetto y Barone. Que vengan a mi oficina. Que ninguno sepa que vienen los demás. Hazlos creer que es una cita personal.
- ¿Algún tema en especial? - Fiorella tenía sus dudas respecto a esa orden.
- Confidencial.
- Entendido. - y anoto todo en su libreta.
- Y por cierto... puedes retirarte. Te doy el resto de la tarde libre. Quiero el edificio desocupado para cuando te vayas. Necesito soledad.
- Pero... aun hay muchas cosas por hacer... yo...
- Es una orden Fiorella... adiós. - No se atrevió a contradecir. Aquello tenía que reportarlo a Alessandra. Algo había pasado.

***

- Es obvio... tiene que ver con el hecho que Gianluca ha encontrado el pulso de Nataly en el departamento de Ignazio. ¡Todo esta tomando su curso! ¿No es genial? - Alessandra abrió los brazos mientras sonreía felizmente. Esa tarde habían salido al parque en donde de vez en cuando se reunía un grupo de ajedrecistas a jugar, ella cada que podía iba y jugaba con ellos.
- Deberías tener más cuidado. Enrico estaba raro.
- Nadie sospecha de ti o de mi. Tranquila.

Fiorella miro a Alessandra. Llevaba un short de mezclilla y un top con una camisa desabotonada como chaqueta. Sus tenis casuales delataban lo floja que había sido para vestirse ese día.
Llegaron a la parte del parque en donde habían unas mesas de concreto y bancas. Habían varias personas: jóvenes y adultos.
Alessandra se incorporó de inmediato apenas hubo un lugar vacío y comenzó a jugar.
Fiorella se sentó bajo el árbol más cercano y se puso a leer. La tarde parecía perfecta.

***

- ¿Por qué nos trajiste aquí? - la voz de Gianluca dejo ver lo furioso que estaba. - quiero irme. Di lo que tengas que decir que tengo prisa.

- ¿Piensas ir a ver a tu novia? - Enrico encendió un cigarrillo con despreocupación.

- ¿Bárbara sabe de esta reunión? - Piero se había mantenido neutral todo ese tiempo, pero también se sentía incómodo con la situación.

- Enrico, yo aún no me siento bien. También quiero irme. - Ignazio respiro hondo. No era tanto que aún se sintiera enfermo, era que Gianluca había discutido con él.

Al día anterior había ocurrido el fatal incidente. Gianluca había encontrado el pulso de Nataly.

Ignazio sabía bien como había llegado ahí. Seguramente se le había caído la noche en que entro en crisis de nervios por la obra teatral. Intento explicarle a Gian eso, decirle que no había pasado a más. Pero Gianluca estaba enfurecido. No dejaba de gritar que lo había traicionado. Sin embargo, la situación empeoro cuando Gianluca hizo un comentario que Ignazio no entendió.

- Que verdad tenia ella cuando me lo dijo: "¿no te has puesto a pensar que quizá yo no sea la única a la que estén engañando?"

- ¿ella? ¿Quién es ella Gian? - Ignazio escucho esas palabras y fue como si todos sus sentidos se pusieran en alerta.

IL VOLO: PARTIDAS SIMULTÁNEASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora