El guardián

Ramos y Salvador

-Oye, queríamos hablar contigo de algo- me dijeron tres chicas paradas al pie de la escalera, -hemos notado que no perteneces aquí...- cuando oí eso en mi mente se oía "ay no, ya valimos" - no nos malinterpretes, tienes una inteligencia muchísimo mayor que la normal- me alivie al oír eso, solo que también me entristeció el decepcionarla diciendo -ya no estoy seguro si mi intelecto es así de "superior".- Podre haber reiniciado mi vida, pero el genio que yacía en mi, al menos para mi, murió junto con aquel corazón roto que gané. Eso por supuesto que no las detuvo, y empezamos a platicar, nunca, repito, nunca, tuve una plática tan inteligente como esa tarde. Estaba ante tres chicas iguales a mi a caso? De esas tres sobresalieron dos a mi vista, una chica de pelo largo y negro, que me veía maravillada cada que yo hablaba y otra muy tímida y delgada que a términos prontos, me pareció... Bueno... Adorable. Al pasar el tiempo, me di cuenta que esa niña adorable compartía muchas cosas conmigo y que básicamente eramos iguales, en poco tiempo nos volvimos mejores amigos. Peeero no olvidemos a la otra chica, ella soportó mis tonterías y mis alegrías por mucho tiempo, volviéndose una amiga que no cambiaría por nada. Era maravilloso, por primera vez en mi vida era feliz, y no quería que acabara jamás