Maya&Mia

Capitulo 17

Maya

Me estoy esperando bajo el caluroso sol de Arizona, dios mío, ¿Por qué hace tanto calor aquí? El aparcamiento esta justo delante la puerta principal, es amplio y lo suficientemente grande cómo para poder dejar espacio a todos los alumnos con coche. Hay mucha gente, chicos con balones de rugby pasándose la pelota. Chicas comentando lo buenos que están dichos chicos, parejas besándose. Hay los pesados de antes. Ugh.

Pero he de decir que me siento un poco sola, abrazada a mis libros con fuerza apoyada en una pared en la sombra, esperando a la hermana que no conozco, sola sin nadie. No me gusta.

- Hola.- Dice una voz detrás mío, se que no es Mia, por que ella tiene la misma voz que yo. Qué va, ésta es una voz de chico. Eso me pasa por decir que estaba sola. ¡Malditasea!

Me giro y cómo no, Johnny esta plantado detrás mío. ¿Por qué no me deja tranquila? No le digo nada púes no pienso tener ningún tipo de conversa con él. Aún que me ha aliviado un poco de ésa soledad. ¡He dicho un poco! Nada de emocionarse Maya. - ¿Vas a hablarme? - No le contesto.- ¿A quién esperas? ¿Estas sola?
- ¿No te han dicho nunca que eres muy pesado? Por que si no es así ya te aclaro yo las cosas. ¡Pesado véte ya!
- Así no vas a hacer muchos amigos. - Dice arqueando una ceja.- Venga yo soy nuevo también ¿sabes? Así que ¿por que no somos amigos? - Por un segundo pienso en darle un golpe o algo, le he dicho que no, ¡para que insistir púes!
Esta mirándome con una mano tapándose el sol, ¡por que sí hace mucho! No me había fijado en lo guapo que es este chico, rubio alto delgado y musculado de brazos, lo suficiente cómo para que yo me pasee con la mirada por su cuerpo y el se de cuénta.
- Creo que con esa mirada lo has dicho todo. - Me pongo roja, ¡agh por favor Mia llega ya! Le diria algo pero no se me ocurre nada, así que la Maya borde y desconsiderada toma el papel de la conversa.
-Estoy esperando a mi hermana, no a que tu ego reluzca. ¡Adiós Johnny! -Me giro y voy hacia otra parte dónde el no me sigue y puedo lamentar mi soledad tranquila. Odio la parte borde de mi, sale siempre que me pongo nerviosa. Es horrible.
- Hola.- Dice Mia.
- Hola.- Le sonrío yo, se supone que a tu hermana le cuentas todo. No que te sientas incomoda pero es normal. No la conozco.
- Cómo veo que eres nueva por aquí podemos ir a un parque que hay aquí cerca. ¿Te apetece?
- Sí claro. - A quién no, es mi germana gemela desconocida.

Llegamos al parque al cabo de un rato es el típico parque verde con prados y esas cosas americanas. Nos sentamos en la hierba y Mia dice:
- Las dos pensamos que esto es muy rato, es decir imposible. ¿Verdad?
- ¡Púes claro! ¿Por que nadie nos contó nada? -Digo yo casi chillándole.
- No tengo ni idea. Oye tu.... ¿De dónde sacaste el collar?
- Mi abuela me lo dio de pequeña decia que era una aventura extraordinaria, no se a qué se referirá con eso. ¿Y a ti? - Siento curiosidad de quién le dio el collar la verdad.
- A mí mi hermano mayor Liam. Me dio el collar diciéndo lo mismo que tu abuela. Nunca le pregunté que era por que me respondía con un "no sé" Al final pensé que solo me lo dio así por que si, pero veo que no.
- Mi abuela también dice "no sé" cuándo se lo pregunto. - ¿Que esconderá todo ésto? ¿Por que no sabía quien era Mia?
- Esto es muy raro, y no entiendo por que separarnos, ni lo del collar ni de dónde venimos. Es todo tan de repente que no sé. Y ¡agh! Hoy he tenido un día horrible. - Vaya ya somos dos, si hasta nos parecemos en eso. Que sorpresa ¿no?
- Y que lo digas, hoy ha sido mi primer día en este instituto y ya no sé que hacer. La gente que me llamaba Mia eran horribles. Sabes y .... - Antes de que pueda terminar la frase Mia se seca unas lágrimas. - ¿Estas bien?
- Lo siento. - Dice entre sozollos.- Es que me molestan y te confoundieron, mi mejor amiga me ha dejado se ha enrollado con el chico que me gusta, otro chico me ha puesto contra una pared no muy feliz, el chico mas mono llamádo Hunter Gitnick me ha hablado y ¡agh! Es mucha información.
Me acerco a ella y le digo:
- No te preucupes a partir de hoy, seremos lad hermanas que siempre necesitamos. - No sé si es muy pronto o no pero Mia deja de llorar y sonríe, justo cómo yo lo hago, y luego se echa a reír.