Maya&Mia

Capitulo 1

Maya
Bajo las escaleras hacia el piso de abajo y entro derrapando en la cocina. Me siento en la mesa y empiezo a comer. Mi padre ha hecho su típica pasta al pesto, está buenísima.

- Chicos tengo que contaros algo.- Dice mi padre dirijiéndose a mis hermanos y a mí.-  He encontrado un muy buen trabajo. Sólo hay un problema. És en Arizona.- ¿Arizona? Nosotros cuatro vivimos en New York. Mi padre se quedó sin trabajo hace unos meses atrás. Ha estado buscándo trabajo des de hace mucho pero nunca habría dicho que lo encontraría en Arizona.

-¿Arizona? Eso está a 3.400km de aquí. ¿Cómo vas a venir cada día des de aquí?- Dice Shawn confundido.

- Shawn, no voy a venir cada día.- Dice él mirándo al suelo.- Nos vamos a vivir a Phoenix.- ¿Cómo? ¿Phoenix? ¡No! No me gusta Arizona estoy bien aquí. Por una vez qué estába bien en un lugar y me tengo que ir. No, eso no.

- ¡Pero papá! ¡No quiero irme! ¿Es que nunca puedo tener una casa y no tener que márcharme? - Le digo chillándole, de repente no quiero comer nada más. Me seco las pocas lágrimas que me han caído. - Ahora vengo. - Me levanto de la mesa y voy al lavavo, cierro la puerta y me hecho a llorar.

-Maya va ven a la mesa, él no tiene culpa.-Dice Ross.

- Eso venga va sal.- Dice Shawn. 

Ellos son mis hermanos mayores. Ross tiene 21 años y estudia música, Shawn tiene 18 y también estudia música. Ross juega a hockey y Shawn va al gimnasio casi siempre. Nos colocáis de lado y no dirías que somos hermanos. Técnicamente no lo somos, serían mis hermanastros, ya que ellos son de una madre y yo de otra. A los tres nos falta eso, a mamá. Pero ellos dos son hermanos de sangre y eso los tiene más unidos y yo siempre me quedo sola, además soy la única chica y eso marca diferencias.

-Déjadme. No quiero oíros.- Ross abre la puerta, entra se pone de rodillas y me abraza.

- A nosotros tampoco nos gusta, tranquila, pero lo bueno es que papá tiene trabajo. - Dice Shawn.
- Pero no quiero ir cómo la chica nueva, la que no se adapta y no tiene amigos. No. Otra vez no.
-Vamos ven a acabar de cenar y así te calmas.- Les hago caso y voy hacia la mesa acabo de cenar en silencio. Subo a mi habitación, me pongo auriculares y escucho música hasta que me duermo.