Epilogo

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Vi a Gonzalo entrar por la blanca puerta, tras un ramo de rosas, su tierno rostro apareció.
Thiago, de la mano de su papá sonrió ampliamente y quiso zafarse del agarre de Gonza.

-¡Mami!-gritó Thiago y llevó a rastras a Gonzalo

-¡Espera hijo!-dijo Gonza y le soltó la mano.

Mi esposo se volvió y cerro la puerta de la habitación.

-¡Te he extrañado mucho!-dijo Thiago y apolló su rostro en el borde de la camilla.

-¡Ay, mi amor yo también!-dije y acaricié su pequeña mano.

-Bianca se ha ido, le dije que se quedara contigo hasta que volviera con Thiago-se quejo Gonzalo y se acomodó a un lado de la camilla-. Estas bién?

-Muy bién-le sonrié débilmente

-¿Mis niñas?-Preguntó Gonzalo

-¿Mis hermanas?-Preguntó Thiago

Gonzalo me dió el ramo de rosas y beso mis labios.

-Te amo, Flor

-Yo también te amo Gonza-volvi a sonreírle-La enfermera me ha dicho que están sanas y son muy hermosas.

-Con una madre como tú, de seguro son hermosas.

Gonzalo desvió la mirada y la posó en Thiago. El niño estaba inclinado sobre la cuna de Sofi y le sonreía con ternura.

-¿Ella es Sofi?-preguntó

-Si, ella es Sofi tu hermana menor-le dijo Gonzalo y cruzo la habitación para ir con Thiago.

-¿Me tomas en brazos papi? no veo a Maia.

Gonzalo tomo a Thiago en sus brazos y se inclino un poco sobre la cuna de Maia. Thiago sonrió y se tapó la boca con ambas manos.

-Es igual a Sofi.

Reí levemente y Gonzalo se unió a mis risas.

-Son gemelas, Thiago-le explico Gonzalo

-¡Oh mis dios!-dijo Thiago-. ¿Como haremos para saber quien es quien?-preguntó

-Es fácil-respondió Gonzalo-Observa los ojos de Sofi, son como los tuyos y míos-Thiago frunció el ceño.

-Sofi está dormida.

-Lo se, hijo. Pero cuando despierte, puedes fijarte en eso.

Maia se movió un poco y resfrego una de sus manitas en sus ojos. Abrió lentamente uno y luego el otro. Thiago la observo atento y luego alzó su mano para agitarla en un saludo.

-Ella es Maia-le dijo Gonzalo-Es quince minutos mayor que Sofi.

-Pero no mayor que yo-dijo Thiago-¿Mami me sigue queriendo?

No hable, estaba debil, no tenía casi fuerzas. El parto de las niñas había sido terriblemente doloroso, y sufrir en medio del parto no era nada agradable. Gonzalo, luego del parto, había estado pendiente de mi, pero sus insistentes preguntas me sacaban de quicio y terminamos por tener una pequeña discusión. La cual, se arreglo cuando nos dierón a las niñas, sanas y limpias.

-Mami te ama, al igual que yo, y al igual que van amarte tus hermanas.

Thiago sonrió y paso sus pequeños brazos por el cuello de Gonzalo, lo abrazo fuertemente.

***

Dos días después, me habían dado permiso para salir del hospital, mientras Gonzalo cargaba a las niñas, Thiago se encargaba de llevar los globos y yo, llevaba el bolso.

Secret Sex | Gravigna -TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora