Diagnostico Inesperado.

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Yo era el más sano de mi familia, cuando mis familiares se enfermaban, yo era el único que no se enfermaba, o era el último en enfermarme y cuando eso pasaba no me daba igual que a los demás, me daba leve y eso era porque yo tenía el sistema inmunológico alto, pero todo fue hasta un día, en febrero del 2015 todo parecía bien, todo andaba bien, hasta que un día me desperté para ir al colegio, me desperté muy temprano porque tenía que hacer una exposición muy importante, y me desperté temprano a planchar mi ropa que tenía que usar, todo bien, cuando fui a servirme mi desayuno, me había mareado un poco, y pensé que había sido porque no me había desayunado, así que no le di importancia y proseguí, cuando serví mi desayuno, fui a ponerme mi uniforme, y luego fui al cuarto de mi hermano a buscar mi mochila, la luz estaba apagada y para no despertar a mi hermano lleve mi teléfono móvil, para alumbrar, cuando saque mi mochila, me caí de golpe al suelo sin ningún motivo y me alarme, fui a donde mi madre y enseguida ella me pregunto qué había pasado, que fue ese sonido tan fuerte, yo le respondí y le conté, ella me dijo que tal vez eso podría ser que tengo la azúcar muy alta, ella dijo que iba a llamar a mi tía Margaret para que me tomara la azúcar antes de ir al colegio, en lo que ella llamaba a mi tía, me termine de cambiar y fui a buscar una camisa que necesitaba para mi gran exposición, cuando la tome y salí del cuarto me caí otra vez y esta vez empecé a llorar porque no sabía que mierda estaba pasando conmigo, así que fui a donde mi madre y le dije con lágrimas que me había vuelto a caer, ella no pudo esperar a que mi tía llegara así que llamaron a la tía de mi madre, y ella vino aquí a tomarme la azúcar, y efectivamente, estaba alta, cuando me tomaban la azúcar hacia movimientos involuntario con los brazos, y decidieron llevarme a la clínica para ver que estaba pasando porque no era normal, que un chico de 14 años le de ese tipo de cosas, cuando mi tía Margaret llego, estaba bajando las escaleras y si no hubiese sido por ella me mato mientras bajo las escaleras, me sentaron un rato para poder calmarme porque estaba llorando y un poco exaltado porque no sabía que estaba pasando, y en ese mismo momento, paso un profesor de mi colegio, el profesor de deportes Raúl, mi madre lo llamo y le informo que yo no podía ir al colegio, le contaron lo sucedido y me preguntaron que yo tenía que hacer y les explique que tenía una gran exposición, a lo que mi tía dijo que eso podía ser el estrés, pero yo nunca me había puesto nervioso o estresado por una exposición,  y el profesor dijo que era verdad, que yo siempre fui muy calmado y muy tranquilo en cuanto a hacer exposiciones se refería, y mi madre coincidió con el profesor, me llevaron a la clínica Malagueta, y me instalaron en seguida eran las 8 am, me hicieron análisis, y me preguntaron un montón de cosas, y mi madre se encargó de responderlas por mí, me atendió la doctora Corredera, y ella ordeno, que me hicieran una tomografía, que por cierto la muy igualada, nos cobró 8,000 pesos y sin seguro, creo que mi madre quiere matarla todavía, pero bueno, me hicieron la tomografía y ella dijo que todo lo que me había pasado era por las hormonas, y dijo que tenían que tenerme en observación y que me internaran, según ella podría ser porque yo me masturbaba, se me hizo muy incómodo ese momento, porque estaba con mis familiares y no es un tema que a un adolescente le guste hablar delante de ellos, yo tuve que negar rotundamente que no hacia eso, aunque fuese mentira, se sintió muy incómodo, luego de que me internaran, la doctora se sentó conmigo y me prohibió muchas cosas como por ejemplo, montarme en un taxi de motocicleta, mejor conocido como MOTOCONCHO, que no podía tomar refrescos, ni café, no podía jugar videojuegos, no podía amanecer, no podía tomar alcohol, no podía usar mucho mi celular, no podía comer hamburguesas, no podía comer perros calientes, no podía comer ningún tipo de galletas, ni papitas, de verdad sentí que mi mundo se venía abajo y que prácticamente iba a morirme, le pregunte a Dios tantas veces, ¿Por qué a mí? Nunca recibí una respuesta, luego de que me tuvieron interno 2 días, que fueron los peores días de mi vida, solo comía puré de papas y jugo de naranja sin azúcar, lo del jugo no estaba mal, al contrario me encanto que me pusieran eso porque amaba ese jugo, cuando salí de allí, me sentí libre aunque estuviese preso, literalmente... mi madre sufría mucho, pero nunca se dio por vencida porque era una total estupidez que mis hormonas hicieran eso, así que me llevo donde el actual sindico que es Neurocirujano, Juan Robles,  realmente me gusto hablar con él, porque él me pregunto que si sufría de bullying , que si tenía problemas con chicos, me hizo desahogarme un poco, me ordeno ir a hacerme un electroencefalograma, es un estudio que te hacen en la cabeza, te conectan muchos cables y así, pasaron días y me hicieron el electroencefalograma, y ese estudio arrojo que tenía epilepsia, pero el doctor me miraba con una seguridad y yo me sentí seguro, me hizo saber que no era algo de qué preocuparme y que todo iba a salir bien, me dijo que todo lo que me había dicho la otra doctora, era mentira, y que si podía hacer todo lo que ella me prohibió, esa estúpida, pero bueno, yo no amaba el hecho de que estoy enfermo para toda mi vida, me dijeron que era tratable y me recetaron unas pastillas que no podía dejar de tomarme, vivo mi vida normal, no me preocupaba el hecho de tener una enfermedad, para mí, yo seguía siendo el mismo Roderick de siempre. Aunque no te niego que llegaron días en los que odie rotundamente haber tenido esa enfermedad, me dio mucha depresión, no solo por eso, también porque tenía más problemas, yo deje de tomarlas y deje de tomarlas y mi madre me advertía que no lo podía hacer pero yo lo que quería era morir, nadie entendía eso, y yo tampoco lo explicaba, para mí todo iba bien, porque deje de tomármelas y no ocurría nada, según yo, ya estaba sano, hasta que llegamos al mes de diciembre, e iba para mi colegio a tomar examen, cuando me caí 3 veces consecutivas, mi madre supo automáticamente que fue por yo haberme dejado de tomar las medicinas, aparte sabían horribles, mi madre dijo que no fuera al colegio, pero como soy terco y salí a ella, dije que iría a mi colegio, solamente quería ser rebelde, mi madre llamo al colegio y ordeno que no me dieran el examen en mi curso, porque yo estaba en una segunda planta y había que subir las escaleras, y yo dije que no, que yo quería tomar mi examen con mis compañeros, así que convencí a la directora y a mi madre de que me subieran al segundo nivel, cuando salí de la dirección mis mejores amigas estaban esperándome para ayudarme a subir. Cuando fui a donde mi doctora en la capital, sí, porque me habían transferido a donde una doctora en la capital y era muy buena conmigo, cuando fui a donde ella, ella me dijo que yo atrase el proceso, porque si duraba un año completo sin que me dieran los episodios de la epilepsia, me iban a quitar las pastillas, prácticamente yo mismo la cague completita, pero ya les soy fiel a mis pastillas y no me la dejo de tomar, bueno, a veces. Pude pasar un año sin que me diera el ataque, y estamos viendo a ver que dice el doctor de adultos al que me transfirieron, a ver si dice que ya no tengo la epilepsia y a ver si me quita las pastillas.

El Maldito Diario De Roderick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora