ESCUCHA A TU INSTINTO

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Les contaré una pequeña historia. Había una vez un lobo que vivía con las ovejas, el lobo siempre fue rechazado porque no era igual que todas esas ovejas, el lobo no podía dar lana, no obedecía al pastor, por alguna razón no podía hacer lo que decía. El lobo sabía que no encajaba, y de echo era la burla de todas las ovejas, el lobo estaba sólo en medio de todas. Un día el lobo miro sus patas y las comparó con las de las ovejas con las que vivía, el tenía garras, el tenía colmillos, el era más fuerte, su pelo era distinto, era más rapido y tenía una mente y un instinto muy diferente, de echo pensaba que las ovejas eran muy estupidas o simples o el estaba loco. El decidió contarle a las ovejas lo que había descubierto, después de todo eran su familia, lo único que tenía. Las ovejas le dijeron que estaba loco, que no servía, dijeron que era un monstruo y el lobo creyó en sus palabras y abandono el rebaño. Vivió solo muchos años, aprendió a cazar y se sintió bien, tan fuerte, aprendió a pelear con animales más grandes que el, con estrategia, se dio cuanta que tenía muchas habilidades que las ovejas nunca tendrían, se sintio libre, se sintio feliz por primera vez en su vida, no se sintió sólo incluso después de vivir años lejos de su rebaño. Pero quería saber sus orígenes, tenía el presentimiemto de que había más como el, su instinto lo decía. Un día encontró una pared con un tipo de  dibujos extraños, pero en esos dibujos pudo distinguir a muchos como el, y de inmediato supo que no era el único, que había más. Empezó a rastrear toda pista, a pensar que harían animales como el, que harían los lobos, a donde irían. Un día, a lo lejos, pudo ver 4 figuras, vio sus pelos, sus garras, sus colmillos, los vio cazando y lo hacían como el. El lobo encontró a su manada, encontró donde pertenecía. Años después el lobo paso por donde era su anterior rebaño, pero esta vez acompañado de su manada, el era el líder ahora. Las ovejas se sorprendieron y lo envidiaron, le temieron, le dijeron que se sentían felices por su regreso, pero el lobo las miro muy distinto a como lo había echo de cachorro, y les dijo, "recuerdan tan bien como yo, ustedes dijeron, no eres como nosotros, no perteneces aquí, y tenían razón. Ustedes sirven de lana y viven del pasto, viven para servir. Nosotros, mi manada y yo, somos libres, y no comemos pasto, comemos carne, y ustedes familia de antaño, son la carne que nos permite estar fuertes" el lobo dio la orden y atacaron al rebaño, mataron a todas las ovejas. Y incluso el pastor no salió, los respeto, les tuvo miedo.
FIN.

PD: Esta es mi historia y yo soy ese lobo, y no, muchos de ustedes no son mi manada, ustedes son las ovejas que me señalaron.

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2017 ⏰

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