Capitulo II
-¡Hey chica!- Es la voz de alguien junto a mí.
Mi cuerpo tirita de miedo. Esta no podía ser la forma en acabaría. No, me negaba, no quería que me encontraran, todos mis intentos fueron en vano… Esto no podía suceder ¡Yo quería ser feliz!
-Se te cayo esto- mi mente va en reversa. Giro para encontrarme a una chica unos centímetros más baja que yo, de cabellera rubia y rizos en punta, ojos azules penetrantes y tez blanca como la nieve. En su mano se encontraban los papeles que había leído hace poco.
- ¿Te encuentras bien? Parece como si hubieras visto un fantasma - Dijo con una sonrisa en su rostro. ¿La gente aquí es muy sonriente o yo no estoy acostumbrada a verlas muy a menudo? Supongo que es la segunda opción.
-Gracias- dije saliendo del transe. El alma había vuelto a mi cuerpo. Sana y salva. - Estoy bien- Dije con una débil sonrisa mientras recibía los papeles. Iba a seguir mi camino pero su voz aguda me detuvo de nuevo.
- Eres nueva aquí- dijo mirándome fijamente como si me evaluara con la mirada
-Si- dije débilmente - ¿Cómo lo sabes?
- Pues conozco a bastantes personas en Denver y definitivamente tu rostro no me es conocido- dijo con una linda sonrisa- Además de llevar tatuado el signo de pregunta en la cara.-Sonreí un poco a lo que debió ser un chiste- Ven vamos a tomar un café, yo invito
- La verdad no puedo tengo cosas que hacer- Dije tratando de sonar convincente ahora lo que menos necesito es ponerme a escuchar los chismes de esta chica.
- ¡Vamos! No te dijeron que es de mala educación no aceptar un café- dijo tomando mi mano y guiándome a la calle paralela sin esperar mi respuesta- Además necesitas que alguien te muestre lo bella que es esta ciudad-al final termine aceptando el café, necesitaba conocer a mas gente si terminare viviendo aquí.
Me llevo a unas cuadras mas al centro a un local bastante sofisticado pero con un gran estilo juvenil, el que se encontraba bastante lleno, había muchos grupos de chicos conversando y riendo, algunas parejas abrazadas y otros comprando rápidamente un café.
-Y cuéntame de ti- dijo cuando poníamos nuestros cafés en una de las mesas con vista a la calle. - Ni siquiera se tu nombre
-Me llamo Elizabeth Williams- dije nerviosa y tomando rápidamente un sorbo de café.
-Bueno Elizabeth yo soy Emma Barker encantada de conocerte- Dijo mientras me ofrecía su mano en forma de saludo- Y dime. ¿Qué te trajo a Denver? ¿Vacaciones? ¿El clima? ¿Quieres conocer algún lugar en especial?- Ella habla demasiado rápido.
- Yo... - dije tímidamente- vine a vivir aquí
- ¿Enserio? OMG!! No lo puedo creer. Esto es el destino, justo estoy buscando una compañera de habitación y tu eres la chica perfecta - Sonreía. Parece que el destino también jugaba a mi favor al encontrarme con esta chica- He estado buscando a alguien por varios días pero no me agradan.
- Pero… tu no me conoces- dije dudosamente a riesgo de que cambiara de opinión- ¿Por qué yo?
- Porque se nota que eres diferente a las de acá - Dijo bebiendo más café- ¿Qué dices?, ¿aceptas?
-Yo estaba buscando un lugar donde poder vivir así que… Claro que acepto-Dije sonriendo sincera. Al menos algo funcionaba bien hoy.
Emma empezó a hablarme sobre el departamento, donde estaba ubicado, cuantas habitaciones tenía. Lo típico pero luego recibió una llamada, (me dijo que era muy importante) supuse que era su novio o algo así ya que se torno un poco nerviosa.
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La Marqué Aucoin.
RomanceViernes 14 de Marzo del 2014, Elizabeth William arriba a Denver, con una mirada que no es la misma desde hace mucho tiempo, una repleta de tristeza, dolor y un tejido de otros sentimientos. Había escapado de una pesadilla para entrar al paraíso que...