Cuenta una vieja leyenda que en él estaba totalmente solo, todos sus días eran iguales, al caer la plena oscuridad una soledad invadía su alma, y así pasaron los días, los meses, los años hasta poder la noción del tiempo.
Un día entre medio de esa oscuridad una pequeña y latente luz se podía apreciar; era una hermosa bailarina, con una hermoso traje blanco, sus ojos eran azules muy profundos, su cabello totalmente blanco danzaba al compaz de sus pasos; a su alrededor pequeños puntos billantes hacian conjunto a su baile, él estaba totalmente anonadado, no podía creer que en medio de toda esa oscuridad habia una luz, su luz.
Él paso toda esa noche observando a esa hermosa chica, cuando el por fin salió ella desapareció.
Él la busco constantemente todo el día pero no la encontro.
Al caer nuevamente la noche la bailarina volvió a danzar con más fuerza; él otra noche paso observándola a distancia, suspirando cada segundo, apreciando a su amada, pero, otra vez a su salida la joven bailarina ya no estaba.
El compredio que era una jugada del destino y jamas podría tocar a su amada; aceptando su efímera realidad decidió cada dia observarla
Y asi pasaron los días, las semanas, los meses, los años hasta que otra vez él perdio su noción del tiempo viendola cada noche danzar.
cierto noche la bailarina no bailaba, sollozaba en medio de la nada, su llanto retumbaba en esa plena soledad, él sin saber que pasaba a distancia la miraba.
Sin poder soportar el dolor de su amada decidió gritar -"Oye porque lloras"-
Sus lágrimas cesaron, su cara se torno de felicidad y grito:
-"¡Acaso hay alguien ahí!
Pensé que estaba totalmente sola en esta oscuridad-
Él río y le contestó -"sigues danzando, no existe noche alguna que no te haya observado".
Sin poder verse ambos y sin mediár mas palabras ambos sabian que estaban enamorados, ella no paro de danzar, cada noche cuando danzaba en su cara se dibujaba una sonrisa que era para su amado que sabia que en la plena oscuridad la observaba.
Y así volvieron a pasar los dias, las semanas, los meses y los años hasta que ambos perdieron la noción del tiempo juntos.
"Y un día de la nada, cuenta la leyenda que el destino que les jugo una malvada carta; cada mil años prometió dejar que se el sol tocará a su amada luna en un clipse bajo la mirada de todo aquel que lo deseara."
