Vamos a empezar imaginando de qué sirve tener tantos pájaros en tu cabeza si ninguno sabe volar. Tal vez así, lograrías entender la coherencia entre tus sentimientos y emociones.
¿Se trata de libertad? Quizás. Parece algo etéreo: una palabra extremadamente delicada y ligera, algo fuera de este mundo.
Fue exactamente esa palabra la que me cautivó y generó en mí la idea de romper esas cadenas de las que estaba excesivamente enamorado.
Con eso, solía llamarme... Noah. Tenía diecisiete años cuando decidí romper esas cadenas pero no lo hice sino hasta que me di cuenta que los problemas a veces se arreglan no arreglándolos.
Faltaban solo unos cuantos meses antes de graduarme de la preparatoria y lo único casi productivo que hacía era sentarme en mi cama y usar mi laptop como sinónimo de levantarse y hacer algo por la vida.
Este soy yo, un poco tosco, tímido, con un irritante gusto por las palabras raras y un excesivo deseo de ser libre. No es que estuviera en una jaula físicamente... pero mi cabeza se volvió una para tantas aves en ella. Muy reservado y un genio en complicarme la vida. Soy más del tipo 'me autostalkeo en Tumblr para analizar mi conducta cambiante'.
Siendo un chico prodigio, alguien excepcional, admirable e incomprensible. Tenía muchos talentos, aunque lo diga yo mismo, cero propósitos de vida, pocas amistades y un vínculo amoroso con el aislamiento. Tanto para terminar con incontables sueños y muy pocos realizados.
Pero... ¿Por qué tan deprimente descripción de ti mismo?, Tal vez pienses. Bueno, la respuesta es franca, de golpe y aún más deprimente que la descripción en su totalidad.
Más o menos es...'Chico de 17 años con un episodio de depresión igual o mayor a grave'. Definitivamente mi padecimiento no compagina con mi forma de hablar y como es de esperar, eso significaba largas horas de terapia conversacional con una doctora mucho más loca que el sombrero de Alicia y el país de las depresiones; pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras y varias dosis de medicamentos antidepresivos; 4 tabletas cada 10 horas, 3 veces por semana.
Curiosamente la suma resulta en 17; el cual era mi número favorito, aun cuando no era de tener cosas en las que reflejar favoritismo. Propuse que a los diecisiete seria alguien nuevo; alguien con propósitos deseosos de cumplirse. La edad en la que saldría de esta condición discapacitiva quedó encerrada en un complot universal. Por tal motivo, 17 es la edad en la que morí, pero sé que no me sepultarán sino hasta cumplir los 70.
Todo está bajo la influencia matemática. Tuve que factorizar varios pasos para huir de mi antigua vida y adentrarme en un mundo paralelo a lo acostumbrado.
Yo tenía el tipo de cansancio que no se solucionaba durmiendo. Y por debajo de todo, era un zombie en un mundo lleno de personas vacías. Personas que jamás se preocuparon por lo que realmente importaba.
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Eleuteromanía: La inédita libertad
RandomY si decides escapar de ti mismo, alejarte de todo y perderte? Noah, quien solía ser depresivo, decidió romper las cadenas que lo ataban a una mentira... Su realidad. Cansado de su triste existencia, huye en busca de darle sentido a su vida y persig...