PRÓLOGO

1.4K 115 18
                                    

Christian

Salgo de mi empresa hecho una furia, es increíble que Carrick se haya atrevido a llamarme, maldito imbécil, y lo peor para que vaya y los ayude a él y su esposa con uno de sus estúpidos negocios, nunca me inmiscuí con Elliot, por nuestro bien, pero esto nos esta relacionando a los dos y no lo puedo permitir

- Taylor, a casa de Carrick – asiente sin mostrar ningún tipo de emoción en su rostro 

Taylor, un excelente hombre, nos vio crecer a mí y Elliot en este mundo de mierda y aunque estamos fuera de él, siempre nos afectó de sobre manera y más a mí, odio este estúpido mundo de mi padre y su flamante esposa, respire Grey. Llegamos y veo el auto de Elliot, el siempre con una sonrisa a pesar de todo, pero yo simplemente no puedo, mi alma esta muerta

- ¿Te dijo nuestro padre para que nos quería? – asiento haciendo mala cara
- Es uno de sus negocios, necesita que lo ayudemos, pero que le den – Elliot bufa y niega
- Él sabe que nosotros estamos afuera de esto – me recuerda y asiento sin decir mas

Entramos y esta como lo recordaba muy ostentoso y pulcro. Seguimos derecho hasta el despacho y entramos sin tocar; encontrándonos a Elena sentada en el regazo de nuestro padre mirando unos papeles. Al vernos se levantan, pero yo solo me quiero largar ya

- Al grano – digo cortante
- Querido, no seas grosero – Elena nos ofrece una copa de wiski
- ¿Y bien? – digo nuevamente haciendo que Elliot se ría
- Como te extrañaba hermanito – me guiña mientras toma de su copa 
- Yo sé que ustedes, se negaron a seguir mis pasos o al menos mantener mis negocios – asentimos de manera monótona – sobre todo tu Christian – me recuerda haciéndome gruñir – bueno nosotros solo les pedimos que nos acompañen, dos de nuestros hombres están enfermos, solo pedimos su compañía, los dos están en la capacidad de hacerlo, fueron entrenados muy bien – nos recuerda y yo bufo
- Vamos hermano solo seremos compañía – me dice y yo ruedo los ojos, solo Elliot tiene la capacidad para convencerme
- No lo sé – digo tosco
- Querido mira, solo es una entrega, vamos nosotros entramos hacemos todo y nos devolvemos y ya, además ustedes fueron entrenados para cualquier situación – alza una de sus bien depiladas cejas y suspiro
- Ya que – me resignado viendo una enorme sonrisa en la cara de mi padre y Elena
- Entonces, tomen sus armas y vamos – nos anima nuestro padre mientras nosotros revisamos las armas que siempre cargamos, solo por seguridad, no es como si fuéramos a matar a alguien ¿o si? 

Salimos tal como dijo nuestro padre, odio este mundo, pero ya no puedo hacer nada para evitarlo, lastimosamente esta es la familia en la que crecí. Elena se sienta y dirige todo muy bien, aunque siempre fue una mujer recta y dura, no es una mala mujer, nunca se metió con nosotros y nos apoyaba en ocasiones, pero yo prefería a mi madre, aun lamento que no esté con nosotros. Llegamos a una bodega y bajamos vigilando el perímetro mientras ellos entren y arreglan todo.

***
Después de tres horas, ya todo está arreglado y terminado, lo que quiere decir que es hora de irnos, pero escuchamos unas sirenas y esta mierda se fue a la mierda; todos salen corriendo, pero no alcanzamos a escapar y cuando menos pensamos estamos en medio de un tiroteo, veo como Elena alza su vestido y saca un arma, ella ama a mi padre y siempre estará con él, lo cual me alegra, pero sabía que no debía aceptar esto, sacamos nuestras armas y disparamos mientras tratamos de salir de ahí. Todos se van y me quedo con Elliot y solo quedan dos oficiales que no se dan por vencidos, ya el resto se fueron a buscar municiones, pero debemos irnos. Mi arma se queda sin balas y veo cono Taylor llega a nuestro rescate con más hombres de mi padre, ellos disparan y salimos de ese maldito infierno, pero veo como un hombre cae y se toca el pecho y simplemente no me importa mi vida y corro a su lado, por esta mierda no me gusta nada de esto. 

Nuestro Oscuro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora