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El juego se llama la compañerita nueva y tiene lógica de acción porno. No hay más trama que la de N. entrando a su pieza con una idea muy britneyspears de lo que tiene que ser una escolar. Falda maraca y blusa amarrada a la cintura. Además, labios pintados. Es alta y morena. Yo soy el compañero y la espero acostada en su cama, caliente. No sé si he vuelto a estar tan caliente como cuando tenía nueve.

Se acuesta sobre mi y se mueve chorocontrachoro. Nos sacamos toda la ropa, nos movemos movemos movemos y después me toca a mi ser la compañerita nueva. Ahí, pico parao, porque prefiero ser la deseada a la deseante. Es una rutina. Después de la compañerita nueva nos duchamos sin tocarnos. Me gusta mirar el cuerpo de N. Sin hacer
Nada mas que eso. Me gusta sentir todo el cuerpo centrado en el choro, choro duro.
Otra vez, en la piscina. De esas que tienen forma de cuadrado y se arman con fierritos. Jugamos, en pelota, a hacer remolino. En pelota tomamos sol.

En la noche, madre de N .  llama a la mía y le dice algo como mi hija tiene el potitorojo -o como se diga en lenguaje de mamá- y le pregunta si yo tambien me insolé. Madre me mira mientras habla y yo me ago la que ve tele pero estoy sufriente. Madre corta, sigue mirándome y yo sigo tele. Me pregunta si nos bañamos sin ropa. Le digo que un ratito nomás, sin mirarla. Me pregunta que por qué. Le digo que para probar. no dice nada.

pasan dos tres días y estoy acostada, a punto de dormir, cuando escucho a los papás de N . entrar a mi casa. Salgo de mi cama y paro la orejita. Hablan despacio en el Living. Padre de N. dice cosas que no entiendo, se queda callado y Padre mío dice no sé qué pero con voz dulce. Madre de N. llora, casi grita, como se imagina uno que lo hace un papá en el hospital cuando le dicen que su hijo  se murió. Pasan mil horas y escucho los pasos de Padre mío y Madre de N. en dirección a la puerta. Padre le dice que Dios nos ama tanto que su amor cubre nuestros pecados. Le dice que si dios nos ama así, Nosotros también tenemos que amar y perdonar. Al escuchar las palabras amar perdonar, vuelve a llorar. Al domingo siguiente, padre-madre de N. no van a la iglesia. Pasan novecientos domingos y no aparecen. la Pía dice que dicen que se separaron porque él andaba con otra mina y tenia un hijo con ella. Cien años después, Madre de N. visita a la mía con un kuchen de frutilla de regalo pero nunca vuelven a ser amigas, porque si hubiera desaparecido del mundo.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2017 ⏰

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