Petra se encontraba cómoda bebiendo té. Algunos compañeros suyos la saludaban pero no se quedaban para hablar con ella, y eso a ella poco o nada le importaba. Hoy estaba feliz y pacífica.
Había soñado con él y con su modito especial para dormir.
¿Quién lo diría? El Soldado más Fuerte de la Humanidad durmiendo en una pose tan tierna y...
—¿Petra Ral? —Habló una voz gruesa y masculina atrás de ella.
—¿Sí?
Aun con una sonrisa en la cara, Petra se giró para verse frente a frente con Rivaille Ackerman.
Mierda.
¿Estaba molesto o simplemente esa era su gesto matutino? Ojalá fuese lo segundo.
—Se-señor —se levantó rápido e hizo un saludo militar.
—Ven.
Ante las miradas de los curiosos y sin poner objeción alguna, Petra siguió a Rivaille con el corazón latiéndole al mil otra vez (o hasta más). Caminaron hasta los árboles lejos de todo cuando entonces vio al hombre desenvainar una katana y apuntarla hacia ella. Petra miró paralizada.
—¿Es cierto que Hanji Zoe te envió para llevarme unos documentos ayer por la noche?
Petra sólo supo contestar con la verdad.
—Sí así es, señor —dijo lo más seria que pudo. Rivaille no dejó su postura.
—¿Y qué la llevó a entrar a mí apartamento sin mí permiso? —Petra tragó saliva.
—Señor, toqué varias veces la puerta pero usted no me respondía —casi tartamudeó pero pudo articular todo sin tapujos—. Pensé en dejar dichos documentos con otra persona que fuese de su confianza pero pensé que no debía hacerlo ya que la señorita Hanji Zoe me lo había pedido a mí y no conocía a nadie más dentro del edificio. Y ya era demasiado tarde... —inhaló nerviosa al sentir la mirada afilada del hombre sobre ella—, disculpe mi atrevimiento pero no encontré otra solución. Si cometí alguna falta aceptaré mi castigo.
Un segundo... dos segundos... Rivaille bajó la katana.
—Bien, tomaré tu palabra —dijo acercándose—. Si le dices a alguien algo al respecto de ayer yo lo sabré, y me aseguraré de que seas un buen bocadillo para algún titán. ¿Oíste bien?
—¿Algo acerca de qué, señor?
Rivaille no quiso dar detalles.
—Lo único que tú debes tener en esa cabeza tuya, es que Hanji Zoe jamás te pidió llevarme nada y tú nunca entraste a mi apartamento. ¿Me expliqué bien?
—Sí señor.
—Bien —gruñó antes de irse con los hombros tensos. Petra no estaba mejor viéndolo molesto.
De verdad había sido un error haber entrado sin su consentimiento.
¿Decir qué?
Algo en su cabeza hizo clic y entonces pensó en su postura al verlo dormido.
»Si le dices a alguien algo al respecto de ayer yo lo sabré.
No tenía planeado decírselo a nadie. Sonrió afable y se llevó una mano al pecho, este era un secreto únicamente suyo. Y al parecer de Rivaille Ackerman también.
¡¿Acaso este día podría ser más perfecto?!
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ᴇʟ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ |【 Rivetra Week 2017 | Ⅵ 】
Short Story『Levi x Petra』Inhaló fuerte dándose valor para dejar los papeles y marcharse, pero al dejar el folder, Petra vio lo que podría ser el mayor descubrimiento de la historia para los cientos de admiradores (en su mayoría extraños) que tenía Rivaille Ack...