Nuestra Última Voluntad

2. "Cerberus" el feroz perro de dos cabezas

Aunque se hallaban mojados, hambrientos y con algo de frío ambos jovenes habían decidido no rendirse ante nada para lograr salir de aquel inmenso bosque al que habían caído... O al menos esa había sido la idea al principio.

- ¿¡Dónde rayos esta la salida de este maldito lugar?! -gritó Ider al borde de la locura y destrozando todo a su alrededor.

- ¡Deja de hacer tanto escandalo!- se quejó Marion- ¡Por Dios! apenas y llevamos veinte minutos caminando.

Esa era una mentira piadosa, la verdad era que ni siquiera tenían cinco, pero decidió decirlo de esa manera para que así no sonara tan mal ¿Para quién? ¿Él o ellá?

No tenia la más minima idea.

Por un segundo pensó en calmarla, pero reconsidero su idea después de ver a un bello, imponente y majestuoso árbol, a él le fascinaban las plantas, ser cortado de un tajo por la iracunda y hermosa joven que empezaba a perder el segundo adjetivo.

Entonces recordó como habían sobrevivido a esa imposible caída sin más que unos cuantos golpes y raspones. Sin duda aquella chica no era alguien normal y como todo lo que no lo es, solo podria significar dos cosas: que él se divertiria en grande o moriría, rezaba por que fuera la primera o que por lo menos fuera la segunda mientras realizaba la primera.

Tal vez no era el momento ni el lugar indicado pero enserio debia, no, necesitaba saber como ellá lograba hablar y quejarse tanto en tan poco tiempo. Seguramente era una de sus habilidades o asi eran todas la mujeres, él sencillamente no lo sabia.

- ¡Eres un inútil! -exclamó dirigiendose a el pequeño sparrow- se supone que eres un ave, entonces simplemente vuela y muestrame como salir de aqu... ¡¡no te atrevas a irte!!

En efecto el pequeño gorrión azul se habia marchado, Ider podia jurar que vio una sonrisa formarse en su pico al hacerlo. Se volteó hacia Marion mirandolo con unos ojos llenos de sorpresa e ira, su compañero la había abadonado... de nuevo.

- ¿Por qué me ayudaste?

La pregunta lo tomó por sorpresa y no supo como responder.

- Pregunté ¿ Que por qué me ayudaste? Y no me sueltes esa mierda de "hice lo que cualquiera hubiera echo en mi lugar" -dijo la chica recientemente abandonada sentándose cerca del tronco de un árbol que ellá misma habia derribado.

- ¿Y por qué no? -le respondió sentandose a su lado- siendo sincero no tenía nada mejor que hacer en ese momento, además tenía muchas ganas de estrellar esa bola de cristal contra el suelo. Salvarte de ellos fue un bonu... espera un segundo -después de verla dejar K.O a un guardia y cortar a un árbol por la mitad aquello sonaba ridículo- ¿Cómo es que yo te salve a ti?

El rostro de la chica antes lleno de confianza, arrogancia y rebeldia se tiño de un curioso e incluso se podria decir tierno color rojo. Se llevo las piernas al pecho y empezo a balbucear cosas sin sentido, sin duda alguna le daba demasiada vergüenza admitir que no podia hacer casi nada sin tener cerca a sparrow.

- Entonces ¿Es un ave mágica? Ya sabes como una especie de animal sagrado o algo parecido.

- No, es solo una simple ave. En realidad él tampoco puede hacer mucho sin mi.

- Sonará estupido, pero sigo sin entender te molestaría explicarmelo un poco mejor. Estoy seguro de que otros también te lo agradecerían.

- ¿Otros? Bueno... ¿Cómo decirlo sin que suene demasiado confuso? -se preguntó rascandose la barbilla- Haber imaginemos que soy una llama ardiente...

- Ider, este no es un buen momento para... - Ider lo hizo callar antes que continuara hablando tomándolo por la lengua con sus dedos.

- Imagina que mi "habilidad" -dijo haciendo enfasis con sus manos después de haberlo soltado- es un potente chorro de agua y sparrow es la llave que permite salir ese flujo de agua. Si se abre demasiado se pierde el control y si se abre muy poco podria no funcionar.
Asi que para ponerlo fácil sin él no puedo medirme y puedo llegar a herirme gravemente a mi misma. Aunque tampoco es que no pueda usarlas sin él.