Dos extraños viviendo en su propio mundo

Capítulo 1

Como es posible que alguien, una persona, me llegara a importar tanto en tan poco tiempo. Para ser exactos 4 meses, yo no sé qué paso... Bueno si se pero, no fue nada del otro mundo. Hicimos cosas que cualquier otra pareja de enamorados, no enamorados no, personas que se atraen harían, como salir, conocerse, desvelarse platicando juntos, tomarse de las manos, besarse, cosas del estilo.

Todo empezó con una foto que él había subido de el en su instagram en donde lucia tan delgado. A decir verdad, él no era flaco. Y van a decir ¿Cómo sabes que no era flaco?, bueno pues lo había visto desde la preparatoria. La verdad es que no habíamos hablado jamás, solo como para decir: "Oye esta padre tu foto" o "Me gustó mucho tu edición" y cosas del estilo.

- No manches, ahora eres súper flaco – le comente en su foto.

- Que extraño, todo mundo me dice eso. Bendita anorexia – me contesto.

- No digas anorexia. Yo creo que ya lo voy a hacer, yo si estoy mega gordo.

- No digas, claro que no estás gordo menso – me dijo.

- Pues ya no me has visto. – Hace ya dos años que yo ya había salido de la preparatoria y yo estaba estudiando en la universidad.

- Tienes razón, hace bastante que no te veo – contesto.

- Por eso te digo que soy gordo – le digo bromeando.

- Oye... ¿Estás estudiando la universidad? – me pregunta.

- Si y ¿Tu? – Para ese entonces yo había terminado el TSU en mercadotecnia.

- También – me contesto.

- De verdad que estas muy flaco – yo analizando su foto que había subido.

- Jajaja, no es para tanto – me contesta.

- Si es para tanto, tu no estabas así – y no es que tu dijeras que estaba marcado o algo por el estilo, era que había adelgazado exageradamente y claramente se veía en su cara que era muy fina, muy marcada y en sus brazos que eran muy delgados.

- Pues hago lo que se puede – lo tome en tono de broma – pero a lo mejor a de ser la edad.

- ¿Cuál edad?, si solo nos llevamos por un año – yo recientemente había cumplido los 21 años.

- Pues nada más es un año de diferencia – me contesto.

- Pero tal vez por ese año, yo este gordo – brome.

- ¡Cálmate! – me dijo – pero aun así te quieren.

- ¿Quién me quiere? – pregunte.

- Pues tus admiradores – menciono.

- Pues diles que me lo digan pues porque nada más no los veo – le dije bromeando. Además que en ese entonces no me sentía tan libre de decir que me gustaban los chicos.

- Bueno, entonces tu familia – contesto rápidamente.

- Pues si verdad, mi madre dice que soy especial – le dije bromeando.

- Ves, con el amor de tu madre tienes suficiente – contesto – no tengas el autoestima por los suelos, caray – agrego.

- No tengo bajo la autoestima, yo sé que mi madre me quiere.

- Entonces no seas negativo por favor.

- Ya no seré tan negativo, te voy a copiar a ti que eres bien positivo – brome.

- Eso sí, yo si soy bien optimista – contesto.

- Por cierto... ¿En qué carrera vas? – pregunte, para poder seguir haciendo platica.

- En Administración – contesto al instante - ¿Y tú?

- Mercadotecnia, bueno ya termine el TSU y ahora estoy en Ingeniería – conteste.

- Es por eso que ahora ya no te veo – menciono

- Pues si ahora estoy en la tarde y tú en la mañana – la ingeniería es en horario vespertino y el TSU en horario matutino – y los únicos días que llego temprano es el jueves, ya que tengo teatro.

- Que bien, a mí también me toca teatro.

- Ah, pero el tuyo es clase y el mío es taller – desde que entre a la universidad ingrese al taller de teatro para liberar mi servicio social.

- Ya decía yo que nunca te había visto, la mía es de 1:00 pm a 3:00 pm – menciono.

- Y yo esto de 3:00 pm a 5:00 pm.

- Bueno ya es un poco tarde – me dijo. Yo no me había percatado que ya eran las 2:00 de la mañana.

- Bueno ya te dejo que si es tarde, y yo también tengo que dormir – le dije.

- Adiós – me dijo – y que descanses.

Esas palabras las deje al aire, o al ciber-aire más bien. Porque no las vi, ya había apagado mi Wi-fi y ya no pudieron llegar a tiempo, pero eso era lo que menos me importaba. Yo estaba pensando que habíamos tenido una buena charla, aunque haya sido de gordura y escuela, pero fue agradable. De verdad esperaba que fuera el día siguiente para poder hablar con él.