Infierno detrás del Paraíso ¿Mutante o Superdotado?

Introducción

GenLab debía evitar la bancarrota. Para esto prestó sus servicios a una Base Militar de Estados Unidos, ya que se veía obligada a combatir a través de cualquier medio la crisis económica mundial que se sufría en ese 2030. 

Lograron al cabo de 16 meses de arduo trabajo, el objetivo de fabricar la primer bomba nuclear-biológica. ¿Y que mejor idea que probarla en un lugar lleno de miseria donde ya no vale la pena vivir? Fue entonces cuando decidieron lanzarla sobre la empobrecida ciudad de Detroit.

¿Y qué hacía yo para ese entonces? Yo era un prestigioso arquitecto que se veía en la necesidad de viajar lejos de casa para planificar las construcciones y así poder llevar el pan a la mesa. Mi nombre es James. Y con 24 años ya estaba casado y vivía con mi amada Sophia, o eso pretendía. Recuerdo que ese día tenía intenciones de proponerle matrimonio, pero cuando volviera a casa. Y fue así como salí a trabajar al otro lado de la ciudad.

La jornada laboral fue mas corriente que común, aunque un poco densa por el abrumador calor que desolaba a la pequeña ciudad. Sin nubes en el cielo para regalar sombra, todo estaba despejado. Parecía un día simple como cualquier otro. En la hora de mi descanso, me retiré del lugar para ir a comprar comida y refrescos a un kiosco no muy lejos de la construcción, y fue mientras compraba, que una noticia logró captar mi atención. La primera vez que escuchaba una radio.  -Un avión no identificado se encuentra sobrevolando el espacio aéreo sobre la zona de Detroit- Fue lo que escuché. - Los aviones caza se encuentran intentado contactar con el piloto de la cabina. El Ministro de Seguridad Nacional no descarta la posibilidad de una inminente amenaza nuclear, pero esa información no se puede confirmar.-

No hizo falta más. Cuando levanté la mirada y pude observar un gran avión pasando por encima de nosotros, corrí de manera casi desenfrenada sin contemplar la posibilidad de que fuera falsa la información de la radio, hasta el Bunker anti radiación mas cercano. Ya mucha gente se dirigía hacia allí. Aunque por suerte para mi fui el primero en llegar. 

-Por favor, espere!-  Fue el grito que un hombre dirigió hacia mi al ver que yo logré llegar primero. -No cierre la puerta!- Dijo. Al verlo, noté que el hombre traía consigo a un bebé en brazos. Pero era demasiado tarde. La bomba había detonado. Pude contemplar que en la lejanía, con mis propios ojos, como los edificios mas grandes iban cayendo y perdiendo toda su integridad. Tuve la amabilidad de esperar al hombre con la puerta entreabierta, pero para su desgracia la explosión lo alcanzó. Luego de ver como las últimas personas volaban y se consumían por la bomba, lo peor para mi vista fue observar la mano extendida del pobre hombre, desapareciendo entre las llamas de la explosión y viendo a través del fuego, como su piel se consumía por el virus. En ese momento, cerré la puerta tan rápido como pude. Sin embargo, un extraño humo blanco entró al Bunker mientras cerraba la puerta. No le dí demasiada importancia ya que ese humo blanquecino se disipaba. Dentro del Bunker todo queda en silencio conmigo reflexionando sobre lo sucedido. -Sophia...- fue lo único que mi boca pudo gesticular