Viernes

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Por fin llego el viernes y como prometí, me quede de ver con pudding, ella al poco rato llego, traía puesto un vestido rosa pálido, su cabello atado en dos coletas altas y tenía un flequillo de lado.
-¿te hice esperar mucho?- preguntó sonrojada.
-no tranquila, ¿nos vamos?- ella me tomo del brazo y juntos caminamos.
Llegamos a su casa al parecer solo sus hermanas "las gemelas" estaba en casa, los demás habían salido, me guió hasta la cocina donde habían varios costales de harina y azúcar.
-y bien ¿en qué necesitas mí ayuda?- vi un pequeño costal de azúcar sobre la mesa, aparte de varías barras de chocolate.
- necesito que me ayudes a hacer un delicioso pastel de chocolate.
- entonces manos a la obra.
Ella sonrió mientras sacaba el molde para el pastel y el resto de los ingredientes.
En la sala podía escuchar a chiffon arrullar a su bebé, no es por ser grosero pero su bebé no es el más lindo que allá visto.
Ahora que lo pienso pudding es bastante bonita apesar de que su madre sea mmmm algo "no tan bonita" a quien engaño su madre es horrible, aunque la castaña tenga atractivo no me llama la atención, siento que si intento algo con ella quedare mal.
-sanji-kun¿ estás bien?- preguntó ella al notar que la miraba fijamente.
-claro que estoy bien ¿por que no estaría bien?
-no es nada, continuemos.- se giró para proseguir en lo que hacía.
Después de terminar de preparar la mezcla ella lo vertió en un molde en forma de corazón; ahora esperamos que se termine de hornear el pastel, ya tenemos lista la decoración y la cubierta.
-el relleno del pastel será...
-de zarzamora
-¿zarzamora?
-si hice un mouse de zarzamora, mira vez- sacó de su refrigerador un recipiente con una mezcla color lila olía bastante bien, ella tomó una cuchara y me dio a probar el mouse.
- delicioso- nunca había intentado hacer un mouse de zarza, era tan suave, perfectamente dulce podía sentir los pequeños trozos de la zarzamora.
-me alegra que te guste.

Después de ayudar a pudding regrese a mi casa aunque afuera de ella una limusina me esperaba, pasé de largo pero salió mi padre por la entrada y me metió en la limusina a la fuerza.
-¿Dónde haz estado?- pregunto molesto mientras yo lo ignore y encendí un cigarrillo.
-por ahí¿Qué es lo que quieres?
- vengo por ti no puedo seguir permitiendo que hagas de tu vida lo que quieras, es una vergüenza que uno de mis hijos estudie para chef, ichiji y niji son famosos químicos, yonji entro a estudiar robótica, tu hermana mayor reiju estudio bioquímica y tú gastronomia.
- así que solo vienes avergonzar a tu hijo, soy mayor de edad y puedo hacer lo que quiera no necesito de ti ni de tu dinero.- abrí la puerta y la azote en su cara.
Camine hasta el edificio y vi como acelero la negra limosina.
- hombre sin vergüenza venir hasta aquí con esa cosa.
Una vez en mi recamara me tire a dormir, mañana trabajaría en el restaurante así que necesitaba energía.

-Oye sanji-kun que planeas hacer cuando te gradúes.- la suave voz de aquella persona inundó mi mente.
-ya lo sabes quiero ser un chef y encargarme del negocio de mi tío.
- parece que tienes todo planeado.
- claro ¿Y Tú?.
-quiero estudiar cartografía, pero antes recorre el mundo.
-si conoces nueva comida me lo dirás.
-claro eres mi mejor amigo, me podrías traer un zumo- extendió su mano sobre la mía haciendo que me sonrojara.
-claro ¿De que?
-ya lo sabes de mandarina.
-ci cierto
En todo mi sueño el olor a mandarina inundaba el lugar, me sentía relajado el soñar con ella.

- sanji inútil depierta- yo estaba ido abrazando y babeando la almohada.
-cinco minutos más.
-pequeña sabandija es hora de abrir el negocio así que despierta- el agua fría me despertó haciendo que pegar un grito y un salto de la cama.
- ¿Qué mierda te pasa maldito viejo?- temblaba de frío mientras miraba con irá a mi tío.
- tu mocoso enfermo es hora de irnos, mueve tu culo- Salió dando portazo.
-Ese viejo cuándo será el día que deje de tirarme agua- me quite toda mi ropa mojada, mientras buscaba una toalla y abría la ventana.

Cuando llegamos al restaurante los demás ya habían barrido y sacado la basura.
-bien hecho muchachos, sanji aprende de ellos- lo observé fastiado y camine hasta el almacén.
La campanilla sonó anunciando que había llegado un cliente, hoy no quería tomar las órdenes.
-sanji ve a tomar la orden.
-no quiero que lo haga alguien más.
-niño arrogante- dijo mi tío mientras me pegaba con la olla.
-¡duele!- resignado salí a tomar la orden aunque todo cambio.
-buen día hermosa señorita que es lo que su paladar deleitará el día de hoy- una hermosa mujer de cabello pelirrojo, ojos castaños y enormes senos fue suficiente para aliviar mi coraje.
Una vez que tome la orden observé que habían varias mujeres hermosas, de enorme senos, perfecto cuerpo y labios deseables
-ser mesero hoy no será tan malo.
Derrepente el olor a mandarinas inundó mis fosas nasales, ese aroma tan nostálgico me giré para buscar quién era la dueña de aquel aroma pero me abrumó una oleada de perfume de vainilla, cerca de la ventana estaba mi compañera cossette una experta en comida francesa, camine hasta ella siguiendo el olor de su perfume.
-cossette que deseas el día de hoy.
-quiero pasta con mejillones- el cabello castaño claro recogido en una coleta y un flequillo espeso la hacia ver linda.
estaba a punto de decirle algo pero sentí que alguien me mataba con la mirada, al girarme todo estaba normal; entré a la cocina y dejé los pedidos. Camine hasta mi lugar, una ve sentado saque mi celular tenía varias llamadas perdidas así que llame al marimo.
- marimo sabes que estoy trabajando que es lo que quieres.
-nami regreso a la ciudad.
- ¿Qué?
- regreso de un largo viaje creo que está dando una vuelta por la ciudad...hola cocinero de cuarta- la voz de mi amigo se hacía tan lejana lo único que ocupaba todos mis sentidos era ella, verla de nuevo.

amarillo y naranja Sanji X NamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora