• ᴀɴɪᴋɪ •

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N° de palabras: 1775.
N/A: ¡Hola! Muchas gracias por leer, de antemano. Es mi primer fanfiction de Gorillaz, so, espero les agrade. ♡

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Brother, sister too
Do what you must do
Don't trust people you meet

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Sus recuerdos más agradables siempre partieron de un mismo punto, concentrado en lo que, para su consciente en etapa infantil, fue su primer hogar: Kong Studios. Uno en especial solía cruzar su mente en aquellas épocas difíciles en las que faltaba aquel pedacito de su ser que tan gentilmente le ofreció a su "familia", aquellas épocas en las que carecía del cariño paterno de Russel o en las que no quiso saber de Murdoc. Y es que la calidez del amor humano podía ser tan abrasador en tiempos de dicha, como peligroso en la discordia; por ello mismo, la ausencia del cariño era lo que más se hacía notar.

Cuando aún creía no conocer peligro más allá de los calcetines malolientes del líder de la banda, la siempre alegre Noodle batallaba contra las barreras del idioma y de la cultura occidental. Su inherente interés por comprender a sus compañeros por completo entraba en puja con el desinterés por las costumbres inglesas, consiguiendo una aprehensión nata a su ya lejano origen. Sin embargo, una extraña y casi milagrosa figura paterna se había alzado en la frontera entre ambos mundos tan diferentes y, dispuesta a guiarla, dicha figura crecía bajo el nombre de Russel Hobbs en su corazón, despejando las ocasionales nubes de incertidumbre. Y era de agradecer, en un edificio de locos como lo era el Kong.

—Por última vez, viejo, no puedes doparlo cuántas veces se te de la gana. No es un animal.

—Ah, entonces, ¿si lo fuera no me mirarías así, no?

Por desgracia, esa larga noche formaba parte de aquel aislado periodo de días donde los fuertes analgésicos de 2D se acababan antes de lo esperado, y el vocalista debía esperar a ser incluidos en una nueva lista de compras. En tales ocasiones, y con sesgo malicioso, su compañero le ofrecía alguna "calada feliz" con tal de evitar la ausencia del convaleciente muchacho en los ensayos de media noche. El entusiasmo sensorial que le generaba derivaba en un delirio por el temprano exceso de algo que su cuerpo no podía soportar; no era lo mismo. Siquiera olía bien.

La pequeña japonesa observaba la discusión desde un rincón del estudio, pues aquel humo se extendió hacia gran parte del lugar. De a momentos su atención se centraba en el rincón contrario, donde una melena azul vibrante iba y venía suavemente al compás de alguna melodía inquietante que ahí mismo se estaba inventando.

—¡Espera! —Bajo la señal de alto del satanista, ambos hombres callaron, quedando en el ambiente la tonada dispersa de 2D. Una breve sonrisa sacó lo más morboso de su ser—. Russ, Russ, trae la grabadora.

—¡Ni hablar! —La potente voz del baterista irritó y destruyó las intenciones del otro, cruzando la habitación para colgarse al desorientado muchacho al hombro—. Definitivamente terminamos por hoy.

En un rabioso gruñido, el bajista volvía a presenciar una noche más cómo le hacía un simpático gesto con la cabeza a la niña y se los llevaba fuera del estudio. La sesión terminó con un amargo gusto a porro en las fosas nasales de los Gorillaz.

Cual costal de papas, Stuart era trasladado a su alcoba. Los pasos de ambas personas resonaban en ecos disparejos, debido a sus diferencias físicas. Noodle miraba al desorbitado muchacho para devolverle la sonrisa que le daba, abandonada y distante como otro delirio más.

兄貴; brodah!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora