la luna y su amante

capitulo unico

Se dice que la luna tenía un amante y no brillaba sola en el firmamento.

Desde tiempos inmemoriales los humanos hemos creado historias sobre ella intentando saber por qué es tan cambiante y está conectada de tal forma a nuestro mundo controlando los océanos junto a toda agua sobre la tierra.

Pero la luna ahora vive sola, cambia porque siente como una mujer, sufre con el mundo y sufre más porque fue separada de su amante.

Una noche miles de años antes de que el primero de nosotros saliera de la tierra a la que en algún momento debemos volver, la luna y su amante danzaban felices en el mundo de los espíritus, una danza de equilibrio y felicidad. Aun sabiendo que era imposible la luna deseaba ser madre con todas sus fuerzas, el no poder serlo la entristecía pero su amante la hacía sonreír haciendo llevadero su dolor.

Un día el amante de la luna observo el mundo humano descubriendo que quizá podía hacer realidad el deseo de su gran amor.

Fue por amor que dejo el mundo espiritual descendiendo a la tierra para tomar un bebé y llevarlo a su amada. Sin saber que una vez tocara la tierra a la que pertenecen los humanos no podría volver al mundo espiritual con su luna. El amante con solo rosar la tierra comenzó a cambiar de forma, su hermosa energía se materializaba a una forma humana. Gritó en busca de ayuda y la luna lo escuchó, la hermosa luna vio el mundo mortal encontrándose con que su amante se encontraba llorando en la orilla de un lago mientras una mujer lo tomaba entre sus brazos para calmarlo. Esa mujer vio a la luna feliz y agradecida pues a su entender, la luna le había concedido su mayor deseo al darle ese bebé que ahora arrullaba en sus brazos. La mujer abrigó al niño y salió de allí quitándole a la luna su única razón de felicidad.

La luna oculto su rostro, le dio la espalda al mundo humano por meses, hasta años, cuando volvió a minar vio a su amante a orillas del lago, le hablaba diciéndole lo hermosa que era y que nunca la olvido, así pasaron más años hasta que el amante no lo soporto más, se adentró en el lago hasta que el agua le cubrió por completo, dejando ir el último aliento, dejo esa vida esperando unirse de nuevo a la luna, pero ese espíritu ya estaba atrapado en este mundo.

La pena para quienes dejan el mundo espiritual es jamás volver allí, viviría en el mundo humano por siempre, después de su muerte renacería y cada vez que naciera olvidaría todo de sus anteriores vidas, olvidaría que una vez fue un espíritu, que amó y fue amado por la luna. Ese era su castigo, pero no sufriría solo pues la luna nunca dejaría de amarle y lo observaría en cada vida que su amante tendría que vivir hasta la eternidad, uniendo a la luna con el mundo humano por siempre.

Por eso cada noche la luna está sola en el firmamento, por amor.

FIN