El constante zumbido de las luces sobre sus cabezas era lo único que se podía oír en el pequeño salón de interrogación; éste, rodeado de fusiles anti-blindaje manejados por nerviosos oficiales por fuera, albergaba únicamente a dos personas.
La heterocromía de sus orbes enfocados en ella devoraba sus labios y sus gestos admirando su simetría total, pero esta armonía era rota por el mechón del largo cabello violáceo oscuro que cubría la mitad de ese hermoso rostro. La dulzura crecía en su interior al notar como la detective intentaba esconder el titilante movimiento de los labios. Temblaba.
Caitlyn miro otra vez el cian de su ojo; tenia las palabras que diría en la garganta pero las posponía continuamente. Ella seguía en su mente y no dejaba de temblar por mas que intentara disimularlo.
- Tu... – soltó finalmente con una flema en su tráquea cegando lo que decía.
- Tu... – repitió – ¿Es lo que querías?
El fuerte tono que tenía en su mente nunca salió, pues, el sonar débil y resquebrajado de su voz reflejaba con claridad su estado de pánico e ira combinado de pesar.
Jhin esbozo una sonrisa y se inclinó cuatro centímetros adelante.
- Siempre es necesario finalizar la obra con broche de oro. El público siempre es muy exigente.
Los rosados labios de Caitlyn se tensaron, el aire entro en ella cargando su espalda y soltó el aire irregular entre sutiles espasmos intentando contener sus ganas de derrumbarse en llanto.
La lagrima que se deslizo por su mejilla no colaboro con ella ya que esa minúscula partícula de agua desmorono por completo todo el retrato invencible que le había tomado años realizar.
- ¿P-porque? – sollozo contrayendo las los ojos, apoyando una mano en su frente presionando su cabello - ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué haces todo esto?
El virtuoso estudio y disfruto de su expresión con todo detalle. Encantador se dijo así mismo.
Caitlyn no esperaba respuesta, los nublados pensamientos se atiborraban y no dejaban paso a interrogantes lógicas; solo podía mirarlo a él, lo miraba con odio, desprecio, miedo y con tantos sustantivos que permitiera su vocabulario.
- Sabes... cuando era un niño mi deseo fue ser policía – dijo observando su alrededor – estaba seducido de la idea de plantar justicia allá donde fuera. ¿Conoce un niño lo que es justo y lo que no? Lo primero que ve injusto son los golpes, de su padre, de su madre, de sus amigos. Luego desarrolla sus ideas en la naturaleza, cree que el ambiente es justo, hasta que su tio lo lleva a cazar. Tranquilamente el cervatillo se alimenta, la distracción se aprovecha para ser él quien alimenta. El niño cree que el cielo es justo, que la justicia la imparten los dioses, pero con el simple incendio de su villa, descubre que las divinidades no son justas.
Los musculos de su cara se relajaron, movio su cuello como si agitara una imaginaria melena y de un momento a otro el rostro lucia mas joven.
- El joven cae ahora con su tío y pierde la fe. El error fue un disparo errado destinado pacifico animal. El manantial de rojo sale de su abdomen y lo que ve no es para nada justo. Palpa el liquido tibio que se seca como una hoja sin agua. Su justicia no existe. Pero con este tacto logra divisar un sentimiento. Miedo. Ah, el miedo de morir sigue en él, porque es la primera vez que lo siente. Recuerda la primera vez que recibió un pastel de cumpleaños, recuerda la primera vez que ve un arcoíris, la primera vez que sintió el sabor de la sangre. El mundo se compone de primeras veces que la gente quiere convertir en rutina. Y cada primera vez, es belleza.
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Ojos de Artista
FanfictionCaitlyn interroga a Jhin preguntando acerca de los espantosos asesinatos realizados y que él mismo ve como arte. Sus cuatro obras maestras. (Advertencia: Algo de sangre en proximos episodios)