♡~My Sweet Teacher~♡

Sentimientos; ¿Qué es eso? ¿se come?

A Marceline Abadeer no se le podía tomar a la ligera.

Era una chica bien conocida por los alrededores de la preparatoria de Ooo, y pocos eran aquellos que lograban entrar en su circulo de amigos.

Pocos como Finn Murtons, Jake, más conocido como "El perro" y, aunque pareciera extraño, Jambo. Un chico pequeño y bastante antisocial quien casi nunca hablaba mas que para lo necesario, llegando a aparentar se mudo cuando lo conocías por primera vez.

La Abadeer menor gustaba mucho de defenderlo, pues antes de su llegada a la institución -ya que Jambo, aún por su apariencia, era mayor que todos por un año-, algunas personas de último año solían molestarlo por su pequeña estatura y frágil apariencia.

Pocas cosas se sabían con exactitud de Marceline, la chica vampiro, tales como que tocaba el bajo en un restaurante con apariencia hipster a las afueras de la ciudad, que formaba una pequeña banda, odiaba a todo lo que tuviera que ver con libros y la escuela en particular (aunque eso no quitaba el hecho de que era bastante buena en todas las materias cuando se lo proponia), fumaba antes y después de la escuela, era muy normal reconocerla por su pálida tez, las perforaciones en casi todo el rostro, su largo y azabache cabello, o... simplemente por el ruido de su motocicleta.

En fin, toda una bad girl.

Aunque tampoco se sorprendan, después de todo es la hermana de Marshall Lee Abadeer.

¿Que más podíamos esperar de la hermanita menor del criminal que gustaba de lanzar maestros por las escalera o ser el organizador de un concierto de rock dentro de una iglesia?

Pero en fin.

Enfoquemonos en lo importante.

Sentimientos.

Y eso no era fácil, sobre todo cuando se trataba de la pálida chica, pues cuando nos enfocamos en eso, bueno... es como intentar descifrar que es lo que siente una roca.

Nada.

Así se veía todo lo que hacia Marceline.

Como si no sintiera nada.

Además de cosas negativas: como enojo, intolerancia, preocupación, burla... etc.

Casi nunca se mostraba contenta además de cuando molestaba a alguien de grupos inferiores al suyo, o cuando intentaban meterse con alguno de sus tres más cercanos amigos y entonces ahí entraba con sus grandes dotes en karate para robarle su dignidad a quien fuera.

Si, los sentimiento de una roca, o eso... hasta que nombrabas frente a sus narices a Bonnibel.

Mujer de veinticuatro años.

Verdaderamente joven para ser ya dueña de un doctorado, dos gatos, fundadora de una organización contra el hambre en diversos países, profesora de química, biología, astronomía en la escuela de-quien-no-importa-mencionar-el-nombre, y... soltera.

Ah, y la gran debilidad de Marceline Abadeer luego de ser la primera profesora en muchos años que podía controlar a la chica.

El primero había sido Simon, pero él viejo se había retirado después de muchos años impartiendo como profesor en la ya tan conocida Institución, siendo su suplente, la antes ya nombrada.

"Sacate esos auriculares"

"Parece que alguien no quiere tener vacaciones este verano..."

"Abadeer y Murtons, ¿acaban de voltearme los ojos?"

"Creo que a la chica vampiro y el héroe no les gustaría tener triple falta en mi clase, ¿verdad?"

"Muéstrale esos colmillos a alguien con quien si funcione, que conmigo no"

"¿Realmente acabas de hacerme una pataleta? Patetico..."

Esas eran algunas de las muchas frases que Bonnibel usaba casi siempre contra la menor, logrando sacarla de sus casillas y controlarla de cierta manera.

Al menos en sus clases, por supuesto.

Ya sé, todo un cliché. Pero... coincidencias de la vida, ¿no?

Y es aquí en donde nuestra pálida protagonista, después del ingreso de la suplente de Simon cuatro meses después, se dio cuenta de una de las verdades más aterradoras en su adolescente vida.

Peor que un Finn malhumorado.

Peor que Marshall Lee después de ser dejado en abstinencia por Gumball.

Peor que Fionna por las mañanas sin su conejudo gorro.

Peor que Sasha "Cake", sin su maquillaje.

Peor que Elii cuando la presionan por actualizar.

Ella... estaba enamorada.

Y no de cualquier persona, sino de la mismísima Bonnibel.

Su profesora e infierno terrenal al mismo tiempo.

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...Continuara...