14 ~Milwaukee.

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14 ~Milwaukee.


Nathan

Aparentemente ya se estaba haciendo costumbre encontrar a Reese en el bus del equipo.

Había oído de Tye que ella había logrado convencer a su madre para que la dejara ir al partido, y por cierto, tuvo que contarle que era la mascota, cosa que según Reese fue desastroso, ya que su querida madre se burló de ella.

Cuando caminé por el pasillo del bus pude verla sentada junto a Diane en uno de los asientos de en medio. Delante de ellas estaban Mika y Alex, quienes se habían hecho bastante amigos desde hace un tiempo, y ambos se habían volteado para conversar con las chicas. Al ver esa imagen bufé y caminé hasta el fondo, lo más alejado de ellos posible, a lo que Tye y Nick me siguieron.

Durante el viaje los profesores nos enseñaron las reglas; cosas como que debíamos ir siempre a los lugares acompañados por algún compañero o que no debíamos beber alcohol...

Mientras el encargado hablaba, los chicos me contaron acerca de sus planes en la ciudad y luego de algunas horas se quedaron dormidos. Algunos chicos del equipo al darse cuenta les rallaron la cara, cosa que no impedí, y cuando despertaron armaron un lío para encontrar al culpable.

Cuando Tye y Nick fueron al baño a lavarse la cara una chica con la que había hablado en un par de ocasiones, Emma, se sentó junto a mi.

La líder de las porristas era guapa, de pelo claro, ojos azules y una sonrisa de dientes perfectos, vestía unos jeans apretados que modelaban su figura y una remera con escote en V.

Pensé que era algo idiota el vestirse así, pues a pesar de el clima más cálido en Detroit, cuando llegáramos a Milwaukee y bajara del bus, moriría de frío. Tras pensarlo, supuse que probablemente la chica ya lo tenía todo planeado y se aprovecharía de algún chico para que le prestara el abrigo para coquetear con él...

Es decir, ¿por qué las chicas siempre querían los abrigos de los chicos?

-Hola, Nate... -sonrió.

-Emma. -la saludé de vuelta y cuando vi de reojo a Tye y Nick salir del baño y sentarse en otros lugares entendí que el resto del viaje lo pasaría con ella. 



🏀



Estuve horas simplemente mirando como los paisajes de ciudades y casas de campo se iban convirtiendo en bosques y lagos cubiertos de nieve. Emma me hablaba de algunos planes que tenía para cuando llegáramos, me había invitado a cada uno de ellos, incluso a ir de compras... En ocasiones también hacía bromas y aunque intentaba prestarle mi total atención, los días anteriores apenas había dormido, y al final el sueño me terminó venciendo en mitad de una conversación.

Cuando desperté caí en la cuenta de que habíamos llegado a Milwaukee y estábamos a punto de bajar. Emma estaba dormida en mi hombro y me estaba abrazando, apoyando sus pechos en mi brazo.

La desperté y ella se fregó los ojos. Me sorprendí al notar que no llevaba maquillaje, al contrario de la mayoría de las chicas y me extrañé al no notarlo antes.

-Wow... No pensé que haría tanto frío aquí... -susurró, dejando de abrazarme, sonrojada, y comenzando a sobarse los brazos.

Miré a la ventana.

Así que yo era el chico que debía prestarle un abrigo.

Decidí continuar con su plan, por lo que me quité la chaqueta que llevaba y se la entregué. La chica me dio las gracias y se disculpó por ser tan torpe al dejar su montgomery en casa.

El ladrón de mi primer besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora