eight

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“Querida Beth:

Ven y recupera lo que perdiste con tu partida. Ven y dime qué lo sientes; que sientes haberte ido. Tu madre me ha llamado para preguntarme cómo he estado y no le he mentido. Le dije mi manera de mantener tu presencia junto a mí. Le pregunté si sabía dónde estabas. Pero me dijo que no lo haría. Que debía ser fuerte y ya entendía el porqué de tus actos. También me contó que Sienna está embarazada de Abel. Están esperando un bebé. Como el que tú y yo estábamos esperando pero que nunca salió a conocernos. Dime, ¿por qué todo resultó ser de ésta manera cuando lo teníamos todo, Bethy? Sé que odiabas cuando te llamaba de esa manera, pero es que no lo puedo evitar. Di algo, por favor.

Con amor, Shawn.”

Ese día, una pequeña nota fue depositada en el buzón de correo de la casa de Shawn. Éste, al notar la palanca hacia arriba, corrió a abrirla. Sacó la correspondencia del mes y el pequeño sobre qué venía destinado a él. Se fijó en la dirección, pero era la de la casa de sus padres, de los padres de su fugitiva ex novia. Le dolía aceptar el nuevo término para aquella chica que era tan importante para él, pero tenía que aceptarlo. La abrió y leyó el mensaje. Lo que decía a continuación, lo dejó sin palabras en su mente.

“Deja de mandarme cartas, Shawn. Todo lo que sube, tiene que bajar, así como nosotros. En un principio, fuimos lo mejor de todo el mundo. Pero ahora debemos ir por mundos separados. Déjame ir. Déjame ser libre. Deja de andar preocupado por mí porque no volveré.

Shawn no optó por algo más que sentarse en el ante jardín de su casa, en el patio, sostener su cabeza entre sus manos y empezar a sollozar ante las confundida miradas de los peatones que caminaban por la vereda.

Never Forget You; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora