Miedo

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El azabache agarro tu cabeza con firmeza y la recargo delicadamente en su hombro mientras colocaba una mano en tu espalda y la otra en tu mejilla quedando los dos rostros a milímetros de distancia, al sentir este contacto sentiste una extraña sensación que hacía que tu corazón se acelerará y cerraras por un mínimo instante tus ojos pero también sentiste una increíble incomodidad ya que nunca habías estado cerca de otro hombre que no fueran tus amigos y ellos eran como familia y así mientas las dos sensaciones se peleaban en tu interior oíste la voz del azabache.

-hey ____ te hice una pregunta así que contéstala-dijo el azabache fijando sus ojos en ti.

-yo.........si le soy sincera ese tema no es de incumbencia-dijiste mientras te zafabas de su agarre y retrocedías unos pasos.

-tienes razón ese tema no es de mi incumbencia amenos que interfería en tu rendimiento a la hora de entrenar así que deja tus niñerías aún lado si no quieres que te parta el trasero-dijo el azabache mientras se retiraba de la sala de entrenamiento.

Cuando oíste la puerta cerrar con un fuerte golpe soltaste un suspiro y con cuidado comenzaste a recoger tus cosas de la sala de entrenamiento pero cuando giraste la cabeza un pequeño destello llamo tu atención y sin más decidiste recogerlo te sorprendiste al saber que se trataba de un pequeño colguije  con la foto de una hermosa mujer que a pesar de que la foto era a blanco y negro pudiste adivinar que era de una tez extremadamente blanca junco con un cabello espesamente negro y sin embargo hubo algo más que te llamo la atención y estos eran sus ojos que al verlos te hacían recordar cierto azabache malhumorado negro así que al final  impresionada por la belleza de aquella mujer e intrigada por su identidad decidiste guardarlo y salir de ahí inmediatamente para ir en silencio a tu habitación.

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-ya veo así que hiciste enojar al enano- oíste una voz detrás de ti justo cuando estabas cerrando la puerta del salón de entrenamiento que hizo que voltearas enseguida para descubrir que era Hangi

-no creo que exalta algo que de una u otra forma no moleste al capitán- dijiste caminando hacia la área de dormitorios

-puede que tengas razón pero tú aún no lo conoces de todo, yo por ejemplo te puedo decir que el es mucho más de lo que permite que la gente vea es como un pequeño tesoro de cristal resguardado en una enorme caja de acero corroída por lo años- te menciono al momento que te alcanzaba el paso- y tú por ejemplo no creo que tengas mucha diferencia con el en ese aspecto.

-¿por qué me dice esto?- dijiste sorprendida por las palabras de la castaña

-mira ni siquiera yo estoy segura solo tuve la extraña necesidad de decírtelo, sabes a pesar de todo algunas cosas pasan por una pequeña fuerza llamada destino pero a veces no la comprendemos o negamos su existencia al fin y al cabo ni una ni la otra es verdadera es como el echo de por qué te estoy diciendo esto no se si es por necedad mía o es por qué algo me dice que te lo diga-dijo la castaña soltando una pequeña risa- bueno té veo mañana estoy un poco cansada, hasta luego.

Y sin más te quedaste petrificada en tu lugar pensando en esas palabras mientras solo podías escuchar el desolador silencio de la noche y sin más sacaste el colguije y contemplaste la foto de aquella mujer de nuevo sintiendo una pequeña y cálida sensación que te envolvió por dentro con tranquilidad volviste a guardarlo y sentiste la necesidad de dárselo al capitán ya que algo te decía que le pertenecía y como decía Hangi "no se si es por necedad o es por qué algo te decía que lo tenias que hacer" y sin más dirigiste tus pasos al cuarto del capitán.

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Caminabas a paso firme pero decidió y hacia su habitación hasta que te paraste ante una puerta de roble que si mal no recordabas debía de ser su habitación pero te llamo la atención ver la puerta entre abierta y fue entonces cuando empezaste a dudar si debías tocar o entrar cuando decidiste que lo mejor era entrar para ver si alguien más que no fuera el capitán estaba adentro un pequeño rayo de luna que se colaba por la ventana te cegó por un mínimo momento y en el momento en que recuperaste la vista unos fuertes brazos te envolvieron y te estrellaron contra la pared

-¿quien eres?-oíste una voz que reconociste como la voz del azabache

-soy _____-al momento de mencionar esas palabras sentiste como la presión que ejercía sus brazos sobre tu cuerpo disminuía

-¿ qué haces aquí?- dijo el azabache en el momento en que te soltaba y se sentaba en la orilla de su cama

-vengo a darle esto algo me dijo que es suyo-dijiste mientras sacabas el colguije

-¿donde lo tomaste?- te miro sorprendido

-lo recogí hoy de la sala de entrenamiento- dijiste mientras te sentabas a un costado y le dejabas el colguije en su mano y tener este contacto entre sus manos hizo que un escalofrío recorriera tu espalda y sin más separaste rápidamente tu mano de suya -supongo que me tengo que ir-dijiste dispuesta a irte de ese lugar cuando una mano te tomo y te sentó de nuevo en la cama

-gracias- dijo el capitán en un susurro débil

Te sorprendiste ante aquellas palabras y por un momento se te corto la respiración pero al fijarte en la mirada del azabache algo se prendió dentro de ti no sabías si era un tipo de miedo o de excitación pero solo pudiste soltar un suspiro cuando  la mamo del capitán que aún estaba en tu brazo subió lentamente hacia tu mejilla y con calma la acaricio, tu petrificada solo podías sentir su roce con tu piel haciendo que te invadieran mil y un sensaciones a la vez pero estas fueron más intensas cuando su mano se colocó en tu nuca y la otra a tu espalda para acercarte más a el pudiendo así estar los dos en una posición que hacía que sus cuerpos encajaran casi a la perfección y tú con un poco de miedo subiste tu mirada para fijarla en la suya y ya no viste solo esos témpanos de hielo sino algo más una pequeña llama que crecía y consumía todo  a su paso, sin más el azabache dirigió su cara hacia la tuya y sus labios tuvieron un roce, dos, tres, varios que hacían que tu interior solo se regocijará ante tal sensación y como un evento ansiado sus cuerpos se juntaron más y más haciendo que sus cuerpos se recostaran en la cama siguieron con esa magnífica y placentera tortura que te embriagaba de sensaciones completamente nuevas para ti.

"Así que......a esto se le llama soledad" Shingeki no kyojin levi y ___Donde viven las historias. Descúbrelo ahora