1. Algo nuevo

31 4 1
                                    

Martes, 7:00 p.m. 

Al fin salí de este pinche infierno! Estoy hasta la madre de quedarme en el almacén, pero el maldito de mi jefe pensó que era una genial idea. Me aburro cuando no salgo a ruta, al menos así me distraigo un poco. Digo no es el mejor trabajo del mundo, pero me basta para pagarme mis cosas.

Me dirigí sin muchas ganas al metro, maldito metro. Diario es la misma rutina, y ya estoy harto. Pero no puedo hacer otra cosa. Ya me cansé de buscar a esa infeliz que se fue sin decir nada. Lo único que me queda de ella son sus malditos recuerdos, todo lo que está en el departamento me la recuerda, hasta un simple plato hace que piense de nuevo en ella. Sé que me prometí que la superaría pero obviamente no es tan fácil. Sólo quisiera salir ya de ésta situación.

En el transcurso del metro a mi casa voy revisando mi teléfono. Ninguna notificación importante. Mensajes de amigos y vendedores que me avisan que ya están por llegar mis paquetes, lo que me alegra porque ya me urge que lleguen mis cosas. Entro a facebook y no hay nada nuevo. Ahora que lo pienso, solamente me creé una cuenta en facebook para estar más en contacto con mis amigos, y unirme a grupos de manga.
De pronto un sonido me saca de mis pensamientos. ¡Puta madre! ¡se volvió a parar el metro! Me emputa cada vez que pasa esto, pero ni qué hacerle. Sigo revisando facebook y me detengo en 'personas que quizá conozcas' y lo primero que me sale es la foto de una chica, se me hizo muy bonita la verdad. Pero lo que más me llamó la atención es el nombre 'Argentina García'. Me da risa pensar que de verdad se llame así, sería lo más ridículo del mundo.

Entré a su perfil para ver si tenía fotos pero no, todo está en privado, sólo tengo su foto de perfil, una chava delgada con vestido amarillo sentada en el pasto. No lo pienso y la agrego. Si me acepta ya chingué, le hablo y le saco una cita, para ver si no es como esas niñas todas apretadas  mamonas.

El metro continúa su curso, y yo bajo en la estación Talismán, bendita suerte vivir a una cuadra del metro, camino y paso a la tienda a comprar mi cena, porque la verdad hoy me dio mucha hueva cocinar. Llego al departamento y boto mi mochila, dejo la cena en la mesa y paso al baño. Es la ventaja de vivir solo, puedo andar semidesnudo y nadie dice nada. Pasa un rato y me pongo a ver una película, hasta que poco a poco me va ganando el sueño. Y así mi maldita rutina de todos los días.
                                                                                          

                                                                                     [...]

Martes, 7:30 p.m. 

Ya casi termina el ensayo!!! Cada uno es más agotador que el anterior, siento que ya no puedo más. Mis piernas no resisten tanto. Ésta vez ansío con ganas irme a casa.
Desde que volví he tenido mucho trabajo, lo que en parte está bien, pero también necesito tiempo para distraerme, espero que hoy sea ese día.

Gerardo detiene la música y por fin podemos irnos, o eso creí; hasta que me llamó.
-Argen, como siempre le pones mucho entusiasmo -dijo sonriendo de lado- ¿pero me puedes decir que te pasa hoy? Tú cuerpo está aquí bailando, pero tú parece que andas en otro lado mana! -suspiró y me miró suplicante-

-No es nada, es sólo que me siento cansada. Ya sabes, he ensayado sin descanso para la puesta en escena de la temporada –digo con pocas ganas.

-Querida, mejor vete a casa. Ya verás que pronto voy a dejar de citarte tan temprano todos los días. Pero es el precio que tienes que pagar al ser muy reconocida. Cuando vivas en tu Pent-house ni te vas a acordar de mi! –Dice fingiendo llorar.

-¡Deja de ser un dramático! No olvides que tú vas a mantenerme por el resto de mi vida-digo soltando una risita-
Tomo mis cosas y me dirijo al estacionamiento,  abro una de las puertas traseras del coche y aviento mi mochila, enciendo el auto y pongo música. Al ritmo de Like a Virgin, emprendo mi camino a casa.
Al llegar al departamento lo primero que hago es quitarme el maldito bra y me siento más libre. Supongo que es una de esas cosas que solo las mujeres entienden.
Paso a la cocina y saco del refrigerador la comida que había preparado en la mañana, la recaliento. Terminando mi cena reviso mi celular y veo varios mensajes de mamá, de amigos y de academias de baile.
Regido redes sociales, mensajes, nuevos seguidores y varios comentarios. Respondo los más que puedo y cuando me doy cuenta, me aparece una solicitud de amistad en Facebook, la veo y corresponde a un tal "Azteca Enríquez". No teníamos amigos en común y su perfil estaba en privado lo que no me dejaba saber más acerca de él, pero no se porqué lo agrego. Si es una persona que más adelante se pone pesada la bloqueo y listo.
Después de un largo baño y un momento feliz con mis dedos; me pongo la pijama y me acuesto. Escucho música un rato hasta que el sueño me va ganando.
-Mañana será mejor- pienso y me quedo dormida.

Comenten y voten.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Qué nos une?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora