Había llegado después de cinco meses de su ausencia.Le extrañaba, una parte de mí que ahora conocía parecía rebozar de alegría de solo verle.
Con aquel andar tan partícular de él, intimidante y misterioso.
Había llegado, el amor de mí vida había llegado.
-
—¡Derek!—Chilla un chico pecoso con notable alegría al ver de cabello azabache cruzar el umbral de la puerta de su hogar.
—Te extrañé tanto, tanto, amor.—Musita rodeándolo con sus cortos y delgados brazos para inhalar una gran bocanada de aire impregnada de su aroma. Su Derek estaba aquí, en casa.
—Si... Stiles, tenemos que hablar. —Masculle por su parte Derek posando sus rasposas y grandes manos en el chico más pequeño y delgado.
—Acabas de llegar Derek y dices, “tenemos que hablar?” ¿Ni siquiera un besito me darás? —Le cuestiona él chico pecoso con cierto temor cuando este lo aleja de sus fornidos brazos. Donde se sentía a salvo, seguro.
—No me hagas esto más difícil, me he matado la cabeza pensando un discurso a lo largo del camino y no estoy de humor como para “un besito”. —Comenta Derek con voz cansina, descolocando al menor. —Solo sientate, ¿Vale? Me harás esto mucho más fácil.
Sentía que los últimos minutos que habían pasado fueran como la abertura de algo muy malo malo a su parecer. ¿Qué había pasado? Si apenas había llegado.
El menor solo atina a asentir ante el confuso momento y toma respiro compungido antes de sentarse en el sillón.
—¿Por qué...? ¿Por qué te compartas así? ¿A pasado algo malo, Derek? ¿Qué ha sucedido?—Trata de intogorrar el menor queriendo enteder la actitud tan peculiar de Derek.
—Stiles, sólo has silencio. —Espeta Derek tirando de su cabello negro, aún sin soltar la bolsa de ropa que traía consigo. —Mira, necesito que me escuches bien. —Comienza a decir este, mirando de reojo al de cabello castaño.
—Me estas asustando...
— No me ha pasado nada, si es lo que tanto te preocupa. —Musita Derek mordiendo el interior de su mejilla.
—¡¿Entonces qué carajo te sucede?! Te he esperado por cinco meses Derek. —Recrimina el castaño devolviéndole la mirada Derek, queriendo la respuesta de una buena vez.
— Y al fin... Al fin que llegas casa pareces querer irte cuanto antes. ¡No entiendo nada!—Exclama reposando sus codos en sus piernas mientras tiraba de su cabello castaño en signo de frustración. Cualquiera pensaría que estaba rayando al dramatismo pero los gestos de Derek hablaban por si solos, y eso le estaba alarmando.
—Habla más bajo, no quiero que Mateo se despierte. —Es lo que menciona Derek como respuesta, haciendo que el menor se levantara y enfrentará a Derek con sus ojos color miel cristalizados.
—¡Entonces habla de buena vez!
—¡No me grites!
—No me gruñas. —Espeta al ver el semblante del mayor, quien ahora tenía sus manos echa puños y le miraba como si el fuera su contrincante, su enemigo.
«¿Qué acaba de suceder?»
—Sientate. —Ordena Derek entre dientes desviando su mirada a la puerta por unos segundos para luego posarla en el menor cuando este se sienta.
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Sólo son palabras. •|Sterek|•
Fanfiction"Sé que solo son palabras pronunciadas al aire... Pero, ¿Por qué hieren tanto?" "¿Por qué siento mí corazón desmoronarse con cada palabra que sale de su carnosos labios?" "¿A caso puede ser posible que sienta una daga traspasar mí pecho, cuando no l...