Introducción

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Es sorprendente cómo en el tiempo tan corto de una noche se puede soñar con una vida y despertar con la sensación de que estuviste dormido por muchísimo tiempo.

¿Qué sería la vida para los desdichados, sin un poco de imaginación?

A veces, un mundo de fantasía, es la única manera de escapar y descansar un poco de todo el dolor, el sufrimiento, la desilusión y la frustración que algunos corremos la suerte de experimentar en este mundo que puede ser tan hermoso para algunos como cruel para otros. Pero es el lado obscuro de este mundo, la noche, en donde se intensifican los peores miedos, donde se cometen las cosas más despiadadas, donde se pueden vivir las peores pesadillas, y a la vez, donde se pueden tener los más bellos sueños que resultan ser como un pequeño respiro, como un momento de escape de una tormentosa existencia. Sueños que te hacen desear no querer despertar; en los que sientes que has dejado un pedazo de tu alma cuando vuelves a tu realidad.

Lo bueno de vivir una vida llena de dolor y desilusión, es que cualquier cosa buena, por pequeña que sea, te causa al menos un poco de alegría. Lo malo es que esas cosas son como las estrellas fugaces: rara vez pasan, y cuando lo hacen, se van así de rápido como llegan. Pero no todo se va, quedan los recuerdos, queda la ilusión, y en el caso de las estrellas fugaces, queda la magia, queda la fantasía en forma del destello que dichas estrellas van dejando atrás con una velocidad impresionante, como si fueran siguiendo algo tan anhelado por ellas; o quizá tratando de escapar de algo que les haya causado tanto dolor como para huir de ello con tal rapidez.

Como sea, por más que intentemos escapar de nuestro pasado, hay algo que siempre iremos arrastrando con nosotros, y ese algo son los recuerdos; así como esas estrellas van arrastrando consigo ese destello. Destello que parece resplandecer más en los ojos de los afortunados que las ven escabullirse en la oscuridad del cielo nocturno. Dichos recuerdos son los que, en cierta manera, fijan un rumbo en tu camino; así como el destello de aquellas estrellas señalan, de forma indirecta, su trayectoria, al punto de poder predecir su camino. Sin embargo, siempre hay algo ajeno a tu voluntad que puede desviar tu caminar; en el caso de las estrellas, ese algo es la fuerza de la gravedad, pero en nuestro caso, ese algo es incierto. Sea lo que sea, ese algo debe ser incluso más fuerte que la gravedad. Tan fuerte que desafía las leyes de lo conocido, y que puede marcar tu vida de una manera tan trascendental, que te hace desear que eso nunca termine, que eso nunca llegue a su fin, que no se vaya de ti.

Cuando te das cuenta, aquello ya es parte de tu pasado, parte de tus recuerdos. Sientes que todo fue tan rápido que no te dio tiempo de disfrutarlo, de vivirlo. Lo sientes tan distante, como si hubiera sido hace mucho tiempo. ¿Quiénes serán las verdaderas estrellas fugaces? Vidas vienen y vidas van.

Es sorprendente como en el tiempo tan corto de una noche se puede soñar con una vida y despertar con la sensación de que estuviste dormido por muchísimo tiempo.

Las Memorias Del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora