Capítulo:6 "¿Sentimientos o hambre?"

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El transcurso del día paso normal, iba de camino a mi casa en el bus.

Moría de hambre.

— ¡Ey! —escuche que alguien llamaba, pero no volteé ya que no me llamo "Ey".

— ¡Ey! —volvieron ha llamar. —Auch. —me queje. Me habían tirado una pequeña piedra en la cabeza.

— ¿Tienes algún problema o que?—me gire ha ver quien fue el imprudente. —Tenias que ser tú...

— ¿Tienes algún problema auditivo?—Daniel, se puso a mi lado.

—No, solo creo que mi nombre no es "Ey" sino, "Alisson"—digo con un poco de ironía, mientras el rueda los ojos.

—Vamos a mi casa. —comienzo a buscar las llaves de mi casa el la mochila.

— ¿Ah?— ¿Dónde están?

—Que vamos para mi casa, así terminamos de organizar todo allá.

—Este bien, te acepto por que deje las llaves en casa.

Íbamos en el coche de Daniel en silencio. Él estaba con la vista concentrada en el coche y yo mirando por la ventana.

Nos detuvimos en un semáforo, y yo aproveche para verlo mejor.

Mirándolo bien tiene un buen perfil, y es muy apuesto. Esta un poco delgado, pero creo que así luce bien. Tiene un mar de lunares que bajan por su cuello, tiene el labio de abajo mas grueso que el de arriba, y su pelo me dan ganas de jalarlo.

—Disfrutando la vista, ¿eh?—pestaño varias veces para lograr salir del trance. Me había hipnotizado.

—Yo...yo...Ahhh...es...ta...

—Ya, ya, ya se que te pongo nerviosa.

—Ya quisieras. —me acomodo esta vez fijando la vista al frente. —Tengo hambre.

—Puedo hacerte muchas cosas-Abrí en par los ojos. Este se rio a carcajadas. —No seas pervertida, estaba hablando de hacer muchas cosas de comida. —volvió a reír.

—No estaba pensando en eso.

— ¿Ah no?

—No.

—Llegamos. —baje del auto la mas rápido posible en cuando el aviso, toqué el timbre dos veces esperando que la Sra. Brown estuviese en casa.

—No esta, salió esta mañana y no llega hasta la noche. —saco las llaves de su pantalón y entramos a casa.

—Acomódate. —tome asiento en el mismo sofá de la otra vez.

Daniel se dirigió a la cocina y minutos después lo vi subir a la segunda planta. Mi curiosidad no aguanto mucho así que me puse a ver fotos que había en una pequeña repisa.

— ¿Por qué no subes?

—Creo que estaríamos bien aquí abajo. —le digo con una pequeña sonrisa.

—No te hare nada. —eche un bufido y comencé a subir las escaleras. Estábamos en el segundo piso, entramos por una puerta de madera a lo que es su habitación.

Es muy organizada para ser de un chico, las paredes están puntadas de color blanco con algunos posters, una cama con sabanas azules, un pequeño escritorio, un librero, y dos puertas más que deben de ser el baño y el vestidor.

Daniel salió de la habitación, y yo me puse a mirar hacia el techo. Hasta que mi celular sonó.

Era Gaby.

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