Acepta la responsabilidad en tu vida. Se consciente de que serás tú quien te llevará a donde quieres ir, nadie más.-Les Brown.
El día era muy tranquilo, desde afuera se podía escuchar el cantar de los pájaros y la radiante luz del sol.
La semana había pasado rápido, ya hace unos ocho días fue que paso todo con Gaby; la rotura con su novio, le había pegado los cuernos.
He evitado estar a solas con Daniel en lugares muy cerrados o con pocas personas, solo nos encontramos en la hora del almuerzo o nos saltamos algunas clases, lo que me ha costado problemas con Gaby, y con algunos profesores.
— ¿Ya estas listas Alisson?—Papá entra a la habitación con una de sus cálidas sonrisas y una mirada esperando repuestas.
—Ya me falta poco. —me aplico una capa mas de rimen en mis largas pestañas. Papá sale de la habitación.
—Te esperamos abajo cariño. —me doy un último vistazo en el espejo. Llevo un vestido rojo apretado al cuerpo de manga larga con unos tacones color beige, y mi pelo lizo.
Baje las escaleras con mi pequeña cartera negra en las manos.
— ¿Por que las mujeres tardan tanto, Dios? —mamá le da un codazo mientras yo me largo a reír.
—Ya vayámonos. — escucho la voz de Jasson desde afuera, ruedo los ojos y junto a papa nos vamos abrazados hasta el carro.
El camino a la iglesia fue mas rápido de lo que pensaba, nos pasamos escuchando los malos chistes de parte de papa, y las divertidas anécdotas de Jasson y sus profesores.
Hoy se casaba Jazmín, la hermana mayor de mamá, era su segunda boda. Ella y Luis son la pareja perfecta. Tan distintos, pero tan iguales a la vez.
Fue una pequeña ceremonia, pero muy bonita.
—Hola pequeña Ali. —me voltee a mi derecha para ver al proveniente de esa voz.
—Oh Max.--me abalanzo a abrazar a mi primo, Max. Tenia tiempo que no le veía, el era la razón a la que antes siempre iba a las reuniones familiares .El era sin duda mi primo favorito, era 2 años mayor que yo.
—Pero que grande estas.
—Y tú estas muy guapo. —comenzamos a caminar hacia una mesa vacía para hablar mas cómodamente.
—Cuéntame, teníamos tanto tiempo sin vernos.
—Wow si, creo que desde que la tía Ruth se quedo encerrada en una tienda de ropa, y tuvimos que ir a la comisaria—os dos estallamos de la risa.
— ¿Te acuerdas? —me seco una vaga lágrima.
—Como no, ese día fue inolvidable. —volvimos a reír. —Y dime, ¿Como te va en la escuela?
—Pues déjame decirte que estas en frente de una de las mejor estudiante de mi escuela. —me paro y hago un baile medio raro, lo que provoca la risa de Max.
—Pues déjame decirte que eso me pone de buen humor, primita. Y dime... ¿Ya sabes que vas a estudiar?
Me quedo unos segundos en el aire, ese tema me genera un poco de controversia por que de el depende que voy a hacer en el mañana aunque tengo una cuantas ideas, no se cual carrera debo estudiar.
—Realmente no lo se. —digo con toda sinceridad.
— ¿Como te sientes en cuanto a eso? —El pone toda su atención en mi.
—Me siento un poco frustrada con respecto a ese tema, no quiero tener que elegir una carrera por dinero y que luego no me guste, pero tampoco quiero elegir la que me guste y tener que tener una vida mediocre ya que se a por que esta no me brinda el suficiente dinero para vivir...Realmente no se. —me pongo las manos en la cabeza, este tema para mi es muy frustrante.
—No te agobies yo solía sentir lo mismo, incluso lo sigo sintiendo, en mi mente había una vocecita que me recuerda por que estoy estudiando esa carrera, qué me dice que voy a ser un desastre, y han habido momentos en los cuales he querido dejarlo todo y comenzar de nuevo.
—Entonces, ¿Que es lo que te mantiene de píe?
— Una frase que me dio un profesor; -Para tener éxito, tus deseos de triunfar deberían ser más grandes que tu miedo de fracasar.
—Esa frase me la repito cada día al despertar, cada día me motivo a seguir intentándolo, no importa las veces que caiga, seguiré, seguiré hasta el final.
— ¿Y si no funciona? —sus azulados ojos se conectaron a los míos.
—Entonces me parare y lo volveré a intentar, pero si no lo hago como sabré que no funciono. — se paro de la mesa y se arrodillo al frente mío.
— ¿Que quieres ser?
—Quiero ser física, quiero estudiar física.
—Entonces, ve y hazlo, no te detengas, eres inteligente, brillante, ¿Y sabes que? Yo apuesto a ti. —sus palabras hicieron que temblara, era la primera persona que no me juzgaba o con la cual podría hablar sobre este tema que aunque no mencionara me estaba agobiando bastante, él me dio ese empujoncito para intentarlo.
— Ali, recuerda que todos nuestros sueños se pueden volver realidad si tenemos el coraje de perseguirlos. —me levan te y le di un gran abrazo, le quería muchísimo, él era mi héroe y la persona en la cual confiar. Él era sin duda mi favorito.
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Era casi media noche y la fiesta apenas empezaba, habían personas bailando por doquier al igual que bebidas alcohólicas, luego, de mi momento en privado con Max pasamos a ver a los demás familiares.
Estaba muy cansada así que fue a donde mis padre para que me dieran dinero para tomar un taxi e ir a casa.
— ¿Qué?
—Que me quiero ir a casa papá.
— ¿Qué te quieres comer una papa? —papa y mama estaban hasta el tope de borrachos. —Oye Ruth nuestra pequeña se quiere comer una papa. —los dos se echaron a reír como si fue el chiste del año. Rodee los ojos y fue a buscar la cartera de mamá, de seguro encontraría algo de dinero y así fue.
Salí del lugar sin despedirme de nadie, estuve buscando a Jasson, pero no vi rastro de el.
Era una fría noche, y no había ni un alma en la calle, luego de diez minutos paso un taxi al cual pare con un movimiento de manos.
Le di la dirección y este puso en marcha el auto. Me pase el camino mirando por la ventana y pensando sobre la situación del mundo, la pobreza, el hambre, la corrupción. Íbamos de mal en peor.
—Señorita llegamos—.abro la puerta y por la ventana le pago.
Ya al frente de mi casa comienzo a buscar las llaves en mi cartera hasta que un ruido me sobresalto. Miré hacia todos lados hasta que me tope con unos grandes ojos cafés.
Daniel.
Estaba más pálido de lo usual, y tenía los labios muy resecos, sus ojos estaban desubicados. Cuidadosamente me acerco hacia el.
—Ali—suelta de sus labios, por alguna extraña razón el escuchar mi nombre entre sus labios me hace estremecer.
— ¿Que te pasa Daniel?—pasó una de mis manos por su hombro para darle un poco de equilibrio.
—Ayuda...me...—es lo único que escucho por parte de el antes de que su cuerpo se desplome.
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¡Hola dulcitos! ¿Como están?
Espero que les este gustando esta novela, si es así, déjame tú comentario aquí a bajito.
No olviden que los quiero un mundo♥
XOXO-Kairis♥🍦👋
