VI

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POV. TAEHYUNG

ABIGOR: El Gran Duque del infierno, es un demonio sumamente atractivo, todo un caballero y uno de los habitantes más extraños del infierno, está bajo el mando del lugarteniente Fleurety en la jerarquía del Hades. Su apariencia es la de un hombre guapo. Puede tomar la forma que desee, puede ver el porvenir y es un gran estratega, es distinguido y de trato afable con sus soldados. Aconseja en temas bélicos, legales y de amor. Monta un corcel negro alado que es también un demonio, tiene bajo su mando 60 legiones de demonios. Su enemigo es el querubín Hariel.









─ ¿Me buscabas? ─susurró apareciendo detrás.

─Si serás capullo. Me asustaste, pedazo de mierda ─rezongué furioso.

─Me gusta que tu personalidad sea cada vez más extrovertida. Me encanta el tú desvergonzado, es como una brisa fresca.

─Yo detesto que parezcas un perro en celo, lo soporté estando en tu dulce morada pero en mi casa, no jodas.

─Sólo vine a ver si decidiste ser mío.

─Ni de coña, métete tu propuesta por el culo y lárgate. Tengo deberes y salvo quieras ayudar, mejor te vas. Adiós, o bueno, al diablo ─ dije tirando de él hacia la salida─. Mándale saludos a la familia, ve con cuidado, dile a los niños que iré para Navidad. Bye, te abrigas. ─Le cerré la puerta en la cara esperando no volver a verlo. No quería lidiar con dicha situación nunca más, realmente, debía deshacerme de él, pero, hasta que se me ocurriera una idea decidí pasar todo lo que quedaba del domingo en la calle, llamé a mis amigos y salimos a tontear un rato.

─ ¿Qué pasó, Tae? Desapareciste desde el viernes ─preguntó Minjae, uno de mis mejores amigos.

─ ¿Tan buena estuvo la noche? ─intervino algo incómodo BoGum.

─Sí, claro─ rodé los ojos al recordar mi fin de semana─. Hagamos una apuesta: el último en llegar a la heladería paga los helados ─diciendo esto, corrí a toda velocidad pero paré al ver una iglesia. Eso podría ayudar, luego la visitaría.

Al llegar a la heladería, mis amigos ya estaban haciendo sus pedidos; como buen perdedor, no me quedó otra que pagar la cuenta. Por la noche, pasé por la iglesia otra vez, estaba abierta, algo que me pareció extraño; sin embargo, no podía esperar a que Jungkook siguiera atormentándome. Crucé el gran umbral, vi a mi alrededor notando que no había nadie salvo el sacerdote, era un hombre joven, pálido, flaco y aunque era más bajo imponía respeto. Me acerqué a él haciendo una corta reverencia.

─Padre ¿Podría hablar con usted? ─pedí algo desesperado.

─Ya iba a cerrar la Iglesia pero no se le niega la ayuda a nadie. Soy el sacerdote Min Yoongi, ¿Cómo te llamas hijo?

─Kim Taehuyng.

─Sentémonos ─hizo un gesto con la mano y nos acomodamos en las bancas más cercanas al altar mayor─. Ahora sí, dime qué ocurre.

─Bueno, yo no soy muy creyente pero tampoco soy ateo. Este...


NOTHING'S GONNA HURT YOU (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora