One

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Inglaterra.

- Joder, el frío de mierda es peor de lo que me esperaba. - El viento no paraba de golpear mi cuerpo y, aunque llevara unas tres capas de ropa, aún tenía frío ya que estaba acostumbrada al clima de España.

- Bienvenida a Londres. Mis abuelos están esperando en el coche. - Darcy me saludó con una cálida sonrisa.

Aún se me hacía surreal el hecho de que ya fuera a empezar el curso aquí, en Inglaterra. Nunca había estado distanciada de mis padres más de diez días así que esta experiencia iba a ser muy diferente a lo que había vivido antes. Había estado esperando este momento mucho tiempo.

- ¿Te ayudo con las maletas? - me alegraba de que Darcy fuera realmente simpática y no una borde o una rara que no le gustara hablar.

- Gracias.

Le alcancé la maleta más pequeña ya que no quería que fuera cargando con mis cosas. Tenía curiosidad por saber como eran sus abuelos.

En el momento en el que salí del aeropuerto me arrepentí de no haberme puesto otra sudadera o algo para mantenerme más caliente. Notaba como mis manos empezaban a dormirse debido a la temperatura tan baja a la que no estaba acostumbrada. No había ni un solo parche en el cielo que no estuviera tapado por las nubes; esto no ayudaba a que no me congelara. Al mirarme las manos, vi que estaban rojas y algo irritadas. Acostumbrarme a este clima no iba a ser nada fácil, sobretodo cuando tenía que enfocarme más en sacar buenas notas en los exámenes.

La chica me dirigió a una furgoneta de color berenjena que estaba algo oxidada. Desde luego se notaba que tenía bastantes años y dentro de poco iba a hacer falta cambiarla. Un hombre alto y robusto salió del asiento del piloto con una gran sonrisa dibujada en la cara la cual daba a ver sus dientes amarillentos. Probablemente era un amante del café. Para mi sorpresa, tenía bastante pelo aunque estuviera ya en una anciana edad aunque era de color blanco. Llevaba puesto un chandal de color azul marino lo cual me resultó muy gracioso. No solía ver a abuelos vestidos con ropa de deporte. Detrás de él había una mujer bastante más baja que él. Tenía el pelo corto y encrespado; el color caoba resaltaba con su pálida piel y sus ojos que eran de color esmeralda. Se notaba desde lejos que era más tímida que su marido.

-¡Encantado de conocerte, María!- el hombre me dio un gran apretón de manos antes de coger mi maleta y meterla dentro del vehículo.

-Encantada.

-Mi nombre es Joseph pero llámame Joe. No recuero la última vez que alguien me llamó por mi nombre.- Echó una carcajada antes de abrir las puertas del vehículo indicándonos que fuéramos entrando. 

La mujer se acercó a mí y me dio un pequeño abrazo antes de presentarse.

- Me llamo Anne. Me alegro de que decidieras quedarte con nosotros. - Aunque era simpática, se notaba que era algo más fría y cerrada que Joe.

Nos quedaba un largo viaje hasta llegar al centro de Londres y aproveché para ponerme al día con Darcy. Ella era estudiante de español así que pudimos comunicarnos en mi lengua natal sin que nos entendieran sus abuelos. Me había contado lo relevante sobre su vida y sus amigos además de darme consejos sobre lo que no hacer en el instituto. Hoy íbamos a salir por la noche para que pudiera conocer a sus amigos y así empezar la semana que viene con gente a la que ya conocía; no me gustaría entrar a clases solo conociendo a mi amiga. Al parece su grupo no era muy grande. Estaban Zayn, Liam, Harry, Niall, Louis, Alessandra y ella. Aunque a veces la hermana de Alessandra se juntaba con ellos sin ningún problema. No eran los populares del colegio pero no eran los pringados, más bien eran parte de los normales. La verdad era que lo prefería porque solo iba a quedarme un año y no quería que me conociera demasiada gente.

OblivionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora