Y corría, corría
como si no hubiese un mañana;
le encantaba sentir el aire fresco de la madrugada, y su cabello alborotado por el viento que brindaba la naturaleza.
Y un día, corrió y corrió,
Pensando que alguien la seguiría,
sin embargo, ella misma se cegó;
y al final del día nadie la persiguió,
y en aquel largo camino, se perdió y nunca más volvió.
Pues la oscuridad de la noche, la consumió...
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El jardín de las almas olvidadas
PoesíaY bienvenidos sean todos, adéntrense a este peculiar jardín de las almas olvidadas. #603 en Poesía. #530 en Poesía. #515 en Poesía. #482 en Poesía. #291 en Poesía. #230 en Poesía. Fecha de publicación: 20-06-2017. Fecha finalizada: -. Créditos de...