douze.

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"La vida es injusta" se quejaba el pelinegro.

Envidiaba la vida que tenían sus amigos.

Envidiaba lo material que tenían y no se percató 

que no tenían lo que él tenía: una familia

humilde pero cariñosa.

Pero los tontos se ciegan con dinero.

Un día llegó a casa y un regaló encontró;

sus padres con esfuerzo le compraron una

computadora de paquete.

"No es de último modelo" asqueó y se quejó,

boto la caja y se marchó.

La madre sollozo y el padre enfureció.

Y aunque habían hecho un gran esfuerzo,

el pelinegro no captó que sus padres solo

querían demostrar su afecto ya que el pelinegro

creía que solo con cosas materiales

se demostraba el amor.

El jardín de las almas olvidadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora