Amor Prohibido [LeoxRaph]

Capítulo IV: Miradas

Raphael se sentía incómodo por primera vez en la casa de Donnie, tenía su mirada en el platillo de esa noche, no quería levantar su mirada tenia pavor de encontrarse con esos ojos azules así que solo se limitó a escuchar la amena conversación y asentir cada vez que lo metían en la conversación. Por otro lado Mikey miraba a su hermano con el ceño fruncido que no se caracterizaba en él frecuentemente, sabía que algo ocurría no por nada su hermano se quedaba en silencio después de todo su hermano es muy hablado y el comportamiento de ahora le resultaba confuso a Mikey.

Ya quiero que acabe esto. Pensó Raph mordiéndose el labio inferior.

Leonardo estaba sorprendido jamás espero volver a encontrar con Red, de la tortuga que no había salido de sus pensamientos, sus ojos miraba cada movimiento de Raph intentaba dejar de mirarlo pero le era imposible, estaba embelesado por su belleza, especialmente esos verdes tan brillantes, tan tóxicos, esos labios tan carnoso, Tan deseables. Luego se dio cuenta ¿Qué estaba pensando? Es decir está comprometido con el hermano de Raph, Miguel Ángel esa tortuga dulce y tierna que conoce desde hace cuatro años. No debía distraerse viendo a alguien más, ni mucho menos el hermano de Mikey.

Paso dos horas luego de la cena y las dos familias estaban en la sala tomando te en calma, hablando ahora del casamiento de Leonardo y Miguel Ángel que se realizaría en un par de meses, Mikey estaba feliz porque al fin se casaría con el hombre que ama. Leonardo estaba sentado en el sofá individual escuchando todo lo que aportaba Tang Shen y Mikey para la fecha.

-¿Te sientes bien?- pregunto Donnie-

La pareja morado y rojo estaban en la habitación Donnie, este quería hablar con Raph por su extraño comportamiento en la cena. Raphael se sentó en la cama, suspiro y luego sonrió tratando de tranquilizar a Donatello, lo cual fue imposible.

-Estoy bien. Es solo que- se mordió el labio inferior, nervioso- no me llevo bien con mi hermano, él me odia yo lo veo así. Y verlo de nuevo después de mucho tiempo, me pone triste- no era del todo mentira, porque cada vez que visitaba a sus padre su hermano no se encontraba en casa, eso solo significaba que Mikey no lo quería cerca de él.

Donnie se acercó a él para rodearlo con sus brazos, Raph coloco su cabeza en el plastrón de su novio cerrando sus ojos, luego se separaron unos centímetros pero aun en el abrazo para besarse con dulzura.

-No entiendo porque te odia- acaricio su mejilla- si eres alguien dulce y simpático que conozco- sonrió- tan hermoso.

-Donnie...-murmuro sonrojado, sintió su respiración cerca de él-

-Te amo Raph- dijo cerca de sus labios-

-Y yo a ti- cerró sus ojos sintiendo los labios de su novio posados en los suyos- volvamos con los demás- abrió la puerta y salieron de la habitación.

Cuando bajaron fueron captados por Leonardo que de nuevo miraba fijo a Raph poniéndolo nervioso, se apegó más a Donnie y llego hasta su madre para sentarse al lado.

-Hijo estábamos hablando sobre la boda- comento su madre- tu hermano y yo acordamos que nos acompañaras al ver el traje-

El ojiverde se sorprendió, miro a su hermano este tenían el ceño fruncido y los brazos cruzados, entonces supo que su madre le había obligado.

-Claro ma, no tengo ningún problema- sonrió al ver que su hermano tenía los ojos bien abierto de la impresión-

Tang Shen sonrió porque después de tanto tiempo sus hijos estarían juntos, sin saber la tensión que ambos sentían.

(...)

Raphael ya había llegado a su casa cansado de esa noche apenas entro a su casa, se sintió aliviado. Tuvo que soportar la mirada de Leonardo y más que nada la de Mikey, este siempre lo miraba enojado, desde niño Raph que se había acostumbrado. Donnie lo quiso acompañar hasta su casa pero Raph se opuso ya que durante el trayecto quería estar solo y tranquilo.