En ese momento llegó otro mensaje.
Hey! Estás ahí?
No aguante más, decidí arreglarlo de una vez, no esperar más, era todo o nada.
-Si, lamento lo de hoy
-Solo quiero preguntarte algo
-Dime
-La amas?
-Si, y mucho
No contesto, ya lo avía leído pero no contestaba, era muy pronto para decirle eso a alguien que está enamorada de mi?, Justo cuando Richelle empezó a escribir, me llego un mensaje de Amanda.
-Oye, te puedo contar algo?
-Si, sabes que puedes confiar en mí.
-Richelle me ha escrito, con palabras no agradables, de verdad no te quería afectar, no quiero que sufras por mi culpa.
-Que?! Que te a dicho
-Nada muy importante, lo único que quería decirte es que sería mejor mantener distancia
-No me digas eso, no podría estar sin ti, por favor, no me dejes así, no cuando nos hicimos novios prometimos que nada ni nadie nos separaría? Yo de verdad Te Amo
-Lo dices enserió?
-Nunca hable tan enserio en mi vida
-Yo Igual Te Amo
-Eres lo mejor que me ha pasado
-Tu igual, jamás pensé en conocer a alguien como tú, te quiero desear buenas noches
-Buenas noches amor
Me sentía en las nubes, jamás me avía atrevido a expresarme así, mi corazón desconecto a mi cerebro y me dejo escribir todo lo que sentía y a la persona que de verdad quiero.
Cuando regrese de las nubes, me di cuenta que tenía 3 llamadas perdidas de Richelle, decidí no regresarle las llamadas, si no, afrontarla mañana.
Al día siguiente solo esperaba ver a Amanda, aunque necesitaba hablar con Richelle. Las horas pasaron y nunca vi a Richelle llegar, Kate entró en la avitación y dijo que nos fuéramos a probar nuestro vestuario, cuando yo entré a la habitación avía un montón de vestuarios, así que elegí uno y empecé a cambiarme cuando me quite la camisa y apuntó de quitarme el pantalón, alguien entró, era Amanda, que se sonrojó tan rápido que hasta me dio un poco de gracia, se acerco a mi, con sus ojos más grandes de lo normal, mi único instinto fue acercarme a ella, y ver cómo se ponía más roja cada vez que me acercaba, cuando llegamos a estar tan cerca uno del otro, acerque mis labios a los suyos, la bese, de pronto ella empezó a bajar sus manos de mi cabeza a mi espalda totalmente descubierta, de repente, estábamos en el sillón, los besos y caricias se hicieron más lentos, comencé a bajar mis manos de su cuello a su espalda baja, no sabia que hacía ni en que terminaría.