(One Piece) Princesa Pirata. 3a Temporada.

Capítulo 01: Sin voz.

Narra Corazón.

El sol se estaba metiendo, cada minuto era crucial, rodeamos la ciudad, pero incluso en la lejanía lograba ver qué estaban construyendo algo, parecía una plataforma, parecida a la de Marineford, no pude evitar palidecer, en verdad planeaban ejecutarla.

-¡Debemos apresuramos!- le hable a Deuce, ya que él es como un nakama más, así que sin decirle más de dos veces, acelerando su arrastre ¡vaya! Es bastante veloz.

Emiliano me dijo que entrara en la sala oeste del coliseo, ya que ahí están los animales, por lo tanto no había mucho guardias, sin embargo en mi camino se me atravesó un gorila de tamaño considerable, traje de gladiador, cabello negro, parecía altanero.

-¡Una rata trata de entrar a la cocina... eso no se va a poder, tenemos órdenes de capturarlos a todos!...- comenzó a carcajear, Deuce se colocó delante de mi, al parecer ya lo conoce. –¡Oh! La mascota altanera... kukuku... no te preocupes, pronto irás con tu ama, veras su destino y formarás parte de la colección de Augusto-sama...-

-¡¿Cómo si fuera a dejarte?!- exclamé. –¿Quién rayos eres? ¿Dónde está Madanne?- lo miraba con furia.

-¿Qué tal si me lo preguntas otra vez?- cuestionó con ironía, mientras posaba su palma en la oreja, yo enfurecí, dispuesto a gritar.

Abrí la boca, pero nada salió de mi garganta, yo me sorprendí y mi enemigo carcajeo. ¿Es un usuario? Voltee a verlo, notando que tenía una esfera de cristal color azul.

-Con que así es tu voz... kukuku...- dijo observando la esfera, ¿acaso dijo mi voz? Lo miraba con ira total. –¡Oh! ¿A qué viene esa cara? ¿Quieres que te la regrese?...- yo me puse en pose de pelea, no iba a permitir que me humillara, tal vez el controla el sonido, pero yo controlo el silencio.

Me abalancé contra él, lanzando mi patada, sin embargo él desapareció, la sorpresa se apoderó de mi, apareció detrás de mi golpeando con su gran puño, me estrello contra el suelo, generando un pequeño cráter, iba a rematarme, pero Deuce lanzó su cola contra él, haciendo que retrocediera.

-¡Oye! ¿Estás bien?- me hablo una voz de al parecer un niño de 12 años, atónito levante la vista, era Deuce, quien también se sorprendió, nuestro enemigo carcajeó, lo volteamos a ver.

-Kukuku dime mascota, ¿qué se siente tener voz humana?- Deuce salió de la sorpresa inicial.

-¡Ahora ya podré decir todo lo que te mereces!- dijo en un grito, yo me levante, ahora si le entendía en toda mi vida. –Wellesley... ese tipo se llama Tito, posee la Gengo Gengo no Mi...- me explicó. –Cuando lo dejé, él peleaba contra Emiliano y Galileo...-

Entonces los capturó, no debo subestimarlo, yo asentí, ahora invertíamos papales, ahora que lo razonó, Deuce tiene mi voz, pues así sonaba cuando tenía 12 años.

-¿Cómo piensan vencerme?- cuestionó Tito, mientras se cruzaba de brazos, era tan molesto, así que chasquee los dedos, él seguía hablando, pero por suerte ya no lo escuchábamos.

-Es verdad... tú manejas el silencio...- dijo sorprendido, la verdad si es extraño que use mis habilidades en batalla, pero ahora podría hacerlo. –¿Qué vamos a hacer?- me cuestiono dudoso. -Puedo pelear, pero siempre es siguiendo a Anne-san...- dijo preocupado, ¡vaya! Le llama Anne.

Yo le señale a Tito, y después azote mi puño con mi palma, Deuce lo pensó pero después asintió.

-Es verdad... para que todo vuelva a la normalidad debe quedar inconsciente...- yo asentí. –Antes de comenzar a pelear, tengo algo que decirte...- lo mire intrigado. –Quiero que le digas esto a Anne-san, ella cree que Mugiwara nunca fue a Amazon Lily, para defendernos, pero cuando Hebihime murió ella se desmayo, por eso ya no sabe qué pasó...- sin embargo escuche una pisada, ambos volteamos a ver, Tito se dirigía a nosotros, con puño apuntándonos.

-¡¿Tú también eres un usuario?!- ambos esquivamos, su puño golpeó el suelo, generando una gran grieta, yo me puse en pose de batalla, ese sujeto posee un gran Haki de armadura.

-¡Wellesley es el único que puede vencerte, y cuando rescatemos a Anne-san, ella les pateara el trasero!- exclamó enojado, yo me sorprendí, no sabía que me tenía tanta confianza.

-Eso ya lo veremos...-

Narra Gally.

Esta espada es muy poderosa, nunca había tenido una nodachi, pero me alegra haberla encontrado, de esa manera ayudaré a mi tripulación, a Perona-san.

-¿Qué pasa? ¿Acaso no sabes usar un arma de verdad? ¡Mocoso!- expresó mientras sacaba su tridente. –Yo soy el hombre que controla las mil armas... ¡no te perdonare el que te hayas metido en la colección de Augusto-sama, yo Hilario, general del ejército republicano, te haré pagar!- exclamó con orgullo.

-Se supone que eres el general de Nerón...- lo señalé y sonrío.

-Es cierto que Nerón-sama es mi prioridad, pero los tres ejércitos tenemos que velar por cada rey...- no podía creer que siguieran a esos sujetos, acaso estos soldados no tienen sentido común. –Así que para disculparnos con Augusto-sama, le entregaré esa katana con tus manos cortadas...- chasquee la lengua.

-Eso ya lo veremos...- desenfundé la espada, la cual tenía una hermosa hoja de color negro y toques violetas, sin duda era una espada maldita y por alguna razón me había escogido a mi.

Narra Corazón.

Jack me había aconsejado que mi habilidad es vital para saber si algo está bien o está mal, podría usarlo a mi favor aquí, así que silencie mis movimientos, con mi palma me indique a Deuce que me dejara este movimiento a mi, Tito se abalanzó contra mi, pero yo detuve su potente puño con mi pierna, normalmente se escucharía el choque de golpes, pero eso no sucedió.

-¿Qué?- cuestionó de manera curiosa, ahora yo me moví para usar mi otra pierna y patearlo, él retrocedió, al principio tenía una sonrisa de triunfo, pero, sintió algo escurrir en su sien, posando sus dedos ahí, notando la sangre de la herida que le hice. –¡¿Pero cómo?!- exclamó en cierto tono de susto, me volteo a ver y yo levante los hombros en señal de burla. –Maldito mocoso...-

Jack tenía razón, el sonido es importante en una batalla, al momento de atacar, él no escucha donde es el impacto, la adrenalina de la batalla no deja que sienta el dolor en ese instante, sino un poco después, al parecer está habilidad no es tan inútil como pensé.

Él seguía incrédulo, Deuce parecía feliz y yo me puse en guardia, no debía perder mi tiempo con este sujeto, debo rescatar a Medanne.