DOS

24 3 8
                                    

Desperté en casa al medio día, había una nota de Marina diciendo que no me preocupara por no ir a trabajar al restaurante ese día, "Te puedes tomar el día" eran sus palabras exactas, Dan había dejado un mensaje explicando que ni Adrián ni Marina estaban en casa cuando él y mis amigas me dejaron, por lo tanto no estarían molestos, aunque según el lloré, baile y reí hasta las 4 de la mañana cuando por fin caí rendida en mi cama, "Ahora veo porque no sales a fiestas" decía al final de su mensaje con un emoji sonriente.

Escuchaba un incesante tintineo a lo lejos, pero mis ojos parecían ser demasiado pesados para abrirlos, no conseguía moverme, todo el cuerpo me pesaba y la cabeza me punzaba.
Minutos después conforme el sonido aumentaba, pude sentir algo húmedo que rosaba mi cara, hacía cosquillas.
Max había subido a despertarme, seguramente estaba hambriento pero yo apenas podía abrir los ojos, sentía que la cabeza iba a estallarme.

-Ya voy, ya voy

Como pude me arrastré fuera de la cama, tallé mis ojos y me dirigí al baño, metí mi cabeza en el lavabo y la mojé.
Me miré en el espejo, era un desastre.

El tintineo que indicaba que tenía una llamada comenzó a sonar otra vez, busqué por todos lados pero no aparecía, hasta que por fin debajo de la montaña de ropa estaba mi celular.

"Llamada entrante de Dan"

-Hola?
-Buenos diaaaas
Sentía que los oídos se me reventaban
-¡DANIEL! No hay necesidad de gritarme.
-Vaya, alguien tiene resaca, ¿Necesitas que te lleve algo?
-Me encantaría comer algo, no hay nada en casa, podrías...
-Llego en unos veinte minutos.

Daniel era el mejor amigo que alguien pudiera pedir, era como mi hermano mayor, ya que el real nunca estaba.
Siempre estaba preocupándose por mi, la gente solía creer que nos gustábamos, pero en realidad Dani moría por una niña súper linda de su carrera y bueno yo me había embriagado por culpa del tarado que ni siquiera me notaba.

¡Felicitaciones! Al fin pasamos a la etapa de aceptación.

Bajé a alimentar a Max quien parecía estar más hambriento de lo normal, revisé esperanzada pero no, nuevamente no había nadie en casa.
Miré el reloj y subí corriendo a tomar un baño antes de que Dan llegara, podría ser mi mejor amigo pero no me gustaba que la gente me viera desarrelgada.

Me puse lo primero que encontré, unos pants entubados grises y una sudadera rosa que hacia juego con mis pantuflas enormes de garra de dinosaurio, un chongo y estaba más que lista.

Encendí la televisión y comencé a ver en Netflix una de mis series favoritas "How I met Your Mother" Dan siempre me molestaba con que yo era como Ted, aunque si él y su ligue salían casi puedo apostar que serían como Marshall y Lily.

"Caro: Hey, cómo va el día?
¿Ya tienes resaca? XD"
"YO: Ja ja ja, que graciosa, gracias por cuidarme anoche..."
"Caro: Hey, para eso está Dan ¿no?
Es broma, ¿necesitas algo?"
"Yo: Más tequila, o tienes un mejor remedio para olvidarme de él?"

El timbre sonó y Max corrió a la puerta a recibir a Dan, dejé mi celular y abrí.
En la puerta mi mejor amigo apareció con una bolsa de algo que olía delicioso, aunque hubiera traído una rebanada fría de pizza, hubiera sido feliz, digo ya hambrienta y con resaca todo es bueno.

-Servicio a domicilio?
Dan me sonrió de oreja a oreja, entregándome la bolsa de comida, que contenía dos desechables blancos con el logo de mi restaurante favorito de hotcakes.
-Mi héroe
Dije sarcásticamente y lo abracé.

Caminé hasta la cocina con la comida, Max había interceptado a mi amigo en la puerta, así que comencé a buscar platos y vasos para desayunar.
El aroma era exquisito, la comida aún caliente, dos omelletes con jamón y queso, salchichas y hotcakes blueberry me esperaban.

Beginning AgainWhere stories live. Discover now