...Día 25 del año...

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Mi Lieshel, desde el día que te conocí no he dejado de interesarme en tan perfecto ser, tan inefable mujer. ¡Eres tú! como la luz de la luna guiando los caminos más obscuros; como el viento que sopla fuertemente, haciendo que las velas del barco lo transporte a nuevos mares, a nuevas aventuras; como la vida y la muerte, trazando el destino y fin de cada alma. Eres tú, mi amada, mi consentida, mi mimada. Mi diosa humanada...

Con cariño...

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