-Colin, gracias. Sé que no tienes que hacerlo, pero... ¿Por qué haces esto?.-
-Creo que por hoy es suficiente ¿Si? Prometo responder tu pregunta, pero en otro momento.-
-Está bien... Y muchas gracias.- me puse de pie, Colin también, avanzó para abrirme la puerta.
Caminamos hasta el ascensor y bajamos sin decir ni una sola palabra. Ya abajo se despidió de mi con un beso en la mejilla.
-Y así tendré otra excusa para verte Elizabeth.- Rió y entró.
¿Quería verme? ¿Eso... me alegraba?
Narra Colin
Desde pequeña vi el desarrollo de elizabeth, y ahora ya era toda una mujer, siempre la veía pasar por mi oficina, o en la calle. Muchas veces quise hablarle, pero le había prometido a Luis que no lo haría. Hasta que casualmente coincidimos en la casa de su novio.
Fui un patán, desagradable. Tenía que serlo, no quería que sospechara, pero luego Sebastián me dijo que sin querer le había dicho. Idiota, 15 años ocultándome de ella y él se lo dijo en menos de un minuto.
No me molesté tanto, eso significaba poder hablarle.
Elizabeth era bella, aunque a siemple vista parecía una mujer ordinaria, no lo era, todo su pasado hizo de ella una mujer particular, creo que ni ella podía notar eso, yo si lo hacía, había algo que me atrapaba... y estaba mal, era la hija de mi mejor amigo y le doblaba la edad, pero ahí estaba... Había algo, pequeño, pero algo sentía dentro de mi... Tantos años viéndola sin poder acercarme a ella, ahora todo era distinto..
Iba seguido a la casa de su novio, Sebastián, debía juntarme con los Señores Crane, por la propiedad de sus tierras familiares.
El sábado fui donde los Crane, necesitaba que firmaran unos documentos, sabía que Sebastián trabajaba los sábados por lo que fui más tranquilo, él
no me agradaba, era un adolescente que había crecido en cuna de oro, sin entender nada de la vida, un niñato malcriado.Entré a la casa pero no había nadie, fui al comedor donde usualmente estaban. Pero me encontré con algo bastante desagrable.
Sebastián, estaba teniendo relaciones con una mujer. Supuse era Elizabeth, ella gemía, estaba en cuatro y sebastián la cogía. Era un niño, no tenía experiencia se le notaba. Me molestó la situación e hice un sonido con la garganta para que notaran mi presencia, la chica se tapó y mi sorpresa fue grande al ver que no era Elizabeth. No sé si sonreí en ese momento, pero fue un alivio no encontrarme con ella... En esa situación. Por otra parte me decepcioné, Sebastián le estaba siendo infiel a Elizabeth... que patán.
-Colin.-me dijo asustado-
-Sebastián, lamento interrumpirte, a ti y ¿a? -miré a la chica-Bueno, no me importa. ¿Tus padres, dónde están?
-Colin por favor no le digas nada a Elizabeth.-
-Mira he venido a que tus padres firmen un documento, si no están no tengo nada que hacer acá, ¿Si? Adiós.-
Me dirigí hacia la puerta, Sebastián me detuvo y me dio vuelta del hombro.
-Colin no le digas nada a Elizabeth.
-Primero que todo Sebastián, jamás, vuelvas a tocarme de esa manera ¿Está claro?
Asintió.
-Segundo, yo no le diré nada a Elizabeth.-
-Muchas graci...-no lo dejé terminar-
-Tú lo harás.-
-¡¿Yo?!.-
-Sí, tu.-
-¿De cuánto estámos hablando Colin? ¿Cuánto quieres?.-
-¿Disculpa? ¿Me estás chantajeando?.-
-Sí.-
-Mira niño, no necesito tu plata. Y aunque la necesitara no la aceptaría. Lo que haces está mal, Elizabeth no merece eso.
-¿Y qué sabes tú lo que merece o no? Sólo eres un viejo, un simple abogado que cree conocerla, pero en su vida has estado con ella. ¿Me equivoco?.-
Respira Colin , respira...
-Mira Sebastián, no me rebajaré a tu nivel, no es necesario. Si no hablas con ella lo haré yo, es simple de entender ¿Si?.-
-¿Y por qué te importa tanto?.-
Me quedé en silencio.
-¿Acaso...? ¿Te gusta?.-
¿Me gustaba?
-Ahhh veo que tengo razón... Te gusta ¿No? Bueno amigo, lamento decirte que Elizabeth es una jóven de 21 años ¿Y tú? Un viejo nada más.-
-No necesito estar interesado en una mujer para saber que merece ser respetada por su pareja, y por lo que acá veo, tu no lo haces. Y te recuerdo que ella es hija de un gran amigo, así que con mayor razón lamento esta situación. Tienes hasta el lunes para hablar con ella, adiós.-
Me fui caminando y pensando en lo que Sebastián dijo, yo era viejo y Elizabeth... Ella era jóven. Ella irradiaba vida, alegría... En cambio yo, era soledad, trabjo, y más soledad.
Por fuera me veía bastante alegre, pero la verdad es que estaba vacío, estaba solo. Mi sonrisa no era más que una bil mentira, mi máscara. Hasta que hace unos días pude hablar con ella... ya hacían ¿Cuánto? 4 días. 4 días y sentía que un poco de vida volvía a mi...
Habíamos tenido 3 encuentros, 3 encuentros y deseaba con ansias un cuarto y un quinto... Pero debía ser cauteloso, estaba tanteando terrenos distintos, extraños y de cuidado. Estaba comenzando a gustarme la hija de mi mejor amigo...
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El Abogado
RomanceLas vueltas de la vida son abismales, tanto que hoy no podríamos saber si la persona con la que te haz cruzado en la calle, en unos años, será el amor de tu vida. Esto le pasará a Elizabeth, quien nunca pensó que Colin, un guapo hombre de 45 años...