La semana paso volando, el trabajo se volvio pesado, mis amigas y yo nos pusimos istericas y la Jefa llamaba más a menudo a Tati a su oficina.
Bueno, todo era un caos en el trabajó por culpa de la tonta que decidió renunciar a pleno proceso de crecimiento de la empreza.
Viernes en la noche
Al celular-Es que el trabajo se ah vuelto más pesado cielo.
-Entiendo, es solo que prometiste que nos veriamos.
-Se que lo prometí pero no podre, te recompenzare.
-Esta bien, no te preocupes, mejor te dejare descansar, cuidate.
-Sharon no me hagas esto, sabes que si quiero verte, pero la Jefa nos necesita en la empresa todo el día.
-Ya te dije que lo entiendo, solo te mando a dormir temprano para que no sigas cansada.
-Lo siento, solo dejame salir de esto y sere tuya cada fin de semana.
-Ok...
Fin de llamada
-Ahhhhh, Sharon por me haces esto- tire el celular a mi cama y me acosté- no es que no quiera verte es solo que no podre.
Me era liberador hablar conmigo misma de ves en cuando, ponia en orden mis pensamientos y me hacía sentir menoa cargada.
Al día siguiente
-Paula, hola.
-Oh, Sandra que haces aquí?
-Vengo a la entrevista de trabajo y tú?.
-Trabajo aquí.
-Oh, woo, jamás lo hubiera pensado.
-Si bueno, es dificil entrar en esta empresa, y que tal estas?
-Algo nerviosa y un poco angustiada por Sharon.
-Que? Porque? Pasa algo con ella?
-Bueno, ayer le llego la noticia que su mejor amiga se mudaria a otra cuidad, esta muy decaida por eso.
-Sandra.
-Oh, Jessi que tal?
WTF? La jefa y sandra se conocían, mejor retrocedi y me fui lentamente de ese lugar.
Él día paso y yo no podía dejar de pensar en mi chica, ahora entendía la insistencia en que quería verme.
-Paula.
-Dime Tati?
-Jessica manda a decir que... No, no, no, digo, la Jefa- Estaba totalmente roja la podre Tati, pero no la culpo, yo solo me limite a verla con mi tipica cara de "metiste la pata" pero bueno, en resumen la Jefa quería que yo me hiciera cargo de entrenar a la nueva empleada, que sin duda sera Sandra.
-De acuerdo Tati, Lunes esa chica sera una maestra en lo que hará.
-Gracias Paula, ya podemos irnos por cierto.
-Perfecto, y Maria?
-Esta con mi... Digo, con la Jefa, estan viendo unos archivos que no coinciden.
Reí fuertemente -Eres una lindura cuando te sonrojas, pero bueno, me despides de ella, ya tengo que irme y como te quedaras con tu jefesita.
-Callate Paula que me avergüenza, si yo le digo ahora no me molestes más.
Me fui de ahí riendo y haciendo corazoncitos con mis manos para verla retorcerce de la vergüenza.
-Oh, Paula.
-Sandra que tal?
-Pues me fue bien, ya me dijeron que tu me entrenaras.
-En efecto, felicidades por el empleo.
-Gracias, ire con mis amigos a tomar, vienes?
-Y tu hermana?
-No, ella no tiene edad para eso, recuerdas?
-No, me refiero, no iras a casa con ella, dices que se siente mal.
-Si, bueno, la quiero mucho y todo, pero quiero celebrar mi victoria, además siempre paso con ella y no se me hace justo el no poder tener una ves para mi.
En eso se me ocurrio el mejor plan de todos.
-Tienes razón, ve diviertete y date un día solo para ti, no lleges a casa hasta mañana y date tus lujos.
-Si, tienes razón, hare de esta una gran noche.
En eso saca el celular y le habla a Sharon para decirle que llegaria hasta mañana a las 9am, me invito a ir con ella pero le dije que tenia planes, luego me fui a comprar rosas, chocolates y una botella de champagne.
Suena el timbre
-Quién es?- pregunta Sharon al otro lado de la puerta.
-El amor de tu vida.
-Siiiiii- La escucho decir con felicidad y habre la puerta.
Sus ojos de asombro al verme con el ramo de rosas en la mano, es uno de los momentos que sin duda no olvidaré.
-Me invita a pasar chica hermosa?
-Claro que si bella dama adelante- Me dijo y lueho me dedico una hermosa sonrisa, tomo el ramo de rosas y tomo mi mano para hacerme pasar.
-Te ves hermosa aún en pijama- Puso una cara de horror y me sonrió apenada.
-Me ire a poner otra cosa, tú acomodate y ya volveré, sientete como en tu hogar.
-Tú eres mi hogar- Su sonrojo no podía ser más notorio y solo me tomo de la mano y me llevo a sentarme, puso las rosas en agua, las dejo en la mesa de centro y se me acerco de nuevo.
-Puedes tomar lo que gustes de la cocina y puedes acomodarte como gustes en el sofa.
-De acuerdo, gracias.
-Regreso enseguida- Me regaló un tierno beso y fue a ponerse otra cosa.
-Muy bien manos a la obra.
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Mi pequeña chica de porcelana (lgbt)
RomanceEl amor entre Paula y Sharon dio fruto al final de tanto.