Cap 6: El amor de tu vida.

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La semana paso volando, el trabajo se volvio pesado, mis amigas y yo nos pusimos istericas y la Jefa llamaba más a menudo a Tati a su oficina.

Bueno, todo era un caos en el trabajó por culpa de la tonta que decidió renunciar a pleno proceso de crecimiento de la empreza.

Viernes en la noche
Al celular

-Es que el trabajo se ah vuelto más pesado cielo.

-Entiendo, es solo que prometiste que nos veriamos.

-Se que lo prometí pero no podre, te recompenzare.

-Esta bien, no te preocupes, mejor te dejare descansar, cuidate.

-Sharon no me hagas esto, sabes que si quiero verte, pero la Jefa nos necesita en la empresa todo el día.

-Ya te dije que lo entiendo, solo te mando a dormir temprano para que no sigas cansada.

-Lo siento, solo dejame salir de esto y sere tuya cada fin de semana.

-Ok...

Fin de llamada

-Ahhhhh, Sharon por me haces esto- tire el celular a mi cama y me acosté- no es que no quiera verte es solo que no podre.

Me era liberador hablar conmigo misma de ves en cuando, ponia en orden mis pensamientos y me hacía sentir menoa cargada.

Al día siguiente

-Paula, hola.

-Oh, Sandra que haces aquí?

-Vengo a la entrevista de trabajo y tú?.

-Trabajo aquí.

-Oh, woo, jamás lo hubiera pensado.

-Si bueno, es dificil entrar en esta empresa, y que tal estas?

-Algo nerviosa y un poco angustiada por Sharon.

-Que? Porque? Pasa algo con ella?

-Bueno, ayer le llego la noticia que su mejor amiga se mudaria a otra cuidad, esta muy decaida por eso.

-Sandra.

-Oh, Jessi que tal?

WTF? La jefa y sandra se conocían, mejor retrocedi y me fui lentamente de ese lugar.

Él día paso y yo no podía dejar de pensar en mi chica, ahora entendía la insistencia en que quería verme.

-Paula.

-Dime Tati?

-Jessica manda a decir que... No, no, no, digo, la Jefa- Estaba totalmente roja la podre Tati, pero no la culpo, yo solo me limite a verla con mi tipica cara de "metiste la pata" pero bueno, en resumen la Jefa quería que yo me hiciera cargo de entrenar a la nueva empleada, que sin duda sera Sandra.

-De acuerdo Tati, Lunes esa chica sera una maestra en lo que hará.

-Gracias Paula, ya podemos irnos por cierto.

-Perfecto, y Maria?

-Esta con mi... Digo, con la Jefa, estan viendo unos archivos que no coinciden.

Reí fuertemente -Eres una lindura cuando te sonrojas, pero bueno, me despides de ella, ya tengo que irme y como te quedaras con tu jefesita.

-Callate Paula que me avergüenza, si yo le digo ahora no me molestes más.

Me fui de ahí riendo y haciendo corazoncitos con mis manos para verla retorcerce de la vergüenza.

-Oh, Paula.

-Sandra que tal?

-Pues me fue bien, ya me dijeron que tu me entrenaras.

-En efecto, felicidades por el empleo.

-Gracias, ire con mis amigos a tomar, vienes?

-Y tu hermana?

-No, ella no tiene edad para eso, recuerdas?

-No, me refiero, no iras a casa con ella, dices que se siente mal.

-Si, bueno, la quiero mucho y todo, pero quiero celebrar mi victoria, además siempre paso con ella y no se me hace justo el no poder tener una ves para mi.

En eso se me ocurrio el mejor plan de todos.

-Tienes razón, ve diviertete y date un día solo para ti, no lleges a casa hasta mañana y date tus lujos.

-Si, tienes razón, hare de esta una gran noche.

En eso saca el celular y le habla a Sharon para decirle que llegaria hasta mañana a las 9am, me invito a ir con ella pero le dije que tenia planes, luego me fui a comprar rosas, chocolates y una botella de champagne.

Suena el timbre

-Quién es?- pregunta Sharon al otro lado de la puerta.

-El amor de tu vida.

-Siiiiii- La escucho decir con felicidad y habre la puerta.

Sus ojos de asombro al verme con el ramo de rosas en la mano, es uno de los momentos que sin duda no olvidaré.

-Me invita a pasar chica hermosa?

-Claro que si bella dama adelante- Me dijo y lueho me dedico una hermosa sonrisa, tomo el ramo de rosas y tomo mi mano para hacerme pasar.

-Te ves hermosa aún en pijama- Puso una cara de horror y me sonrió apenada.

-Me ire a poner otra cosa, tú acomodate y ya volveré, sientete como en tu hogar.

-Tú eres mi hogar- Su sonrojo no podía ser más notorio y solo me tomo de la mano y me llevo a sentarme, puso las rosas en agua, las dejo en la mesa de centro y se me acerco de nuevo.

-Puedes tomar lo que gustes de la cocina y puedes acomodarte como gustes en el sofa.

-De acuerdo, gracias.

-Regreso enseguida- Me regaló un tierno beso y fue a ponerse otra cosa.

-Muy bien manos a la obra.

Mi pequeña chica de porcelana (lgbt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora