3.- Quedadas y peticiones

9 2 12
                                    

Por fin.

Ya está aquí.

Sábado.

Para mi solito.

Hasta que aparezca mi padre con la lista de la compra... Cosa que hace.

La lista es larga.

Después de desayunar, me visto, cojo dinero y me encamino al súper.

Tengo suerte de que está cerca, porque con todo lo que tengo que comprar, me muero si tengo que cargar mucho rato con la mercancía.

Ya, a punto de entrar a la caja para pagar los cinco quintales que me han encargado comprar, veo algo (o a alguien, mejor dicho) que me alegra el sábado.

-Hola Mark -dice. No me creo que esté aquí.

-Hola Albert -se me escapa una sonrisa de bobalicón. Por suerte no lo nota porque está eligiendo entre dos marcas de ketchup.

-¿Qué tal estás? -pregunta, cuando se decide por fin.

-Bien -digo, mirando al estante de la mayonesa.- De sábado.

-¿Qué tal llevas Lengua? -no me acordaba de que tenía examen. Por suerte para mí, es de análisis sintáctico.

-No he empezado -confieso. Tampoco es que me haga mucha falta ponerme a ello.- ¿Tú?

-¿Para qué?

Su respuesta me hace soltar una risilla nerviosa que, por lo que más queráis, en mi vida había soltado.

-...

-...

Se produce un silencio incómodo del cual ninguno sabemos escapar.

-Esta tarde he quedado con mis amigas -digo por fin.

-Genial... -Esto no se puede poner más incómodo porque es imposible.

-¿Te apetece venir?

Se produce un silencio incómodo de nuevo, respaldado por el hilo musical del local.

-Vale -responde, tras lo que parecen horas.- ¿Me dices luego dónde y a qué hora?

Por un lado me alivia que dejemos de hablar porque esta situación es como sentarse en una cama de clavos, pero por otro lado me entristece porque no volveré a hablar con él hasta dentro de 5 horas.

-De acuerdo -meto en la cesta un bote de mostaza que no necesito sin darme cuenta.- Pues... luego hablamos.

-Vale -se va.

Me quedo mirando al final del pasillo como si hubiera un unicornio justo ahí. Salgo de mi estupefacción y me dirijo a pagar.

***

Nada más entrar en casa, dejo la compra encima de la mesa, y le mando a Albert un mensaje. De camino a aquí ha sido como si él llevara años en la guerra. Vamos, que estaba deseando verle.

Añadiste a Albert

Eso es lo que pone en la pantalla de mi móvil, en el chat de mi grupete de amigues: Las Reinas del Pop.

Serena La Mejor: TENEMOS GENTE NUEVA :D

Albert <3 <3 <3: Jajaja. Qué loca estás

Serena La Mejor: Te pego

Albert <3 <3 <3: :(

Iba a poner un mensaje defendiéndole, pero él mismo me interrumpe.

Albert  <3 <3 <3: Me ha dicho Albert que habéis quedado. ¿Me puedo acoplar?

Ahora mismo estoy con ganas de que me trague la tierra. Decir que he sido yo quien le ha hablado de nuestros planes supondrá un montón de rato de grititos fangirl.

Laurel Y Perejil: Hemos quedado a las cinco en la fuente que hay en frente del instituto.

Mi habilidad para poner nombres raros a mis contactos supera a mi capacidad para comer.

Después de pasarme una tarde entera en YouTube, por fin llega la hora de quedar.

Laurel y su hermana son las primeras.

-Casi llegamos tarde por su culpa -dice Laurel, después de un intercambio de saludos, mirándola a ella.

-A ver, es que si va a llover, me tendré que coger una sudadera con capucha -se excusa.

-Ehm... Falta un cuarto de hora, ¿sabíais?

-Sí, pero al igual que cierto señor -pone mucho énfasis en la palabra "señor", mirándome- tengo que llegar con tiempo a los sitios.

-Cierto...

Cuando, tras diez minutos después de la hora fijada, llega Samantha, pasamos a nuestra habitual fase de no saber qué hacer ahora.

-Conozco una tienda de chuches nueva -sugiere Mark. Tiene un brillo en los ojos irresistible.- La ha abierto mi familia hace bien poquito.

Esto también es muy habitual. Después de horas de indecisión, acabamos comprando chuches y engordando como pavos de Acción de Gracias. Es curioso que siendo Mark nuevo no hayamos roto nuestras costumbres.

La siguiente fase es hablar de todo en general. Reírse como hienas hasta arriba de maría y a casa. Pero cuando me dirijo a mi "querido" hogar algo me agarra del brazo.

-Mark...

Es Albert. Debo de tener unos ojos de corazón ahora mismo que quien lo vea seguro que no se lo cree.

-Tú... -empieza.

-S... ¿Sí?

-¿Quieres...?

Me voy a desmayar. Lo juro.

-¿Quieres venir mañana conmigo al cine?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 23, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

HOLA, CRUSHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora