Complicaciones

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Nayla.

Avanzo por los pasillos del instituto observando a los demás hablando sobre la nueva superheroína "WhiteGirl", lo que ellos no saben es que dicha superheroína está pasando por al lado de ellos en estos momentos.

Introduzco mi mano izquierda en mi bolsillo izquierdo de mi Jean sacando un papel doblado en cuatro partes, lo abro lentamente y observo lo que dice, es el horario, miro cual es mi siguiente clase, Educ. Física. Vuelvo a doblar el papel y por andar de despistada me tropiezo con una parte del suelo que está más elevada de lo demás.

Me levanto rápidamente y observo a mi alrededor para confirmar si nadie me a visto, para mi suerte o quizá no, sólo me vio mi mejor amiga Ariana, la cual se dirige corriendo hacia mí, para cuando al estar a mi lado empezar a reírse de mí.

— Y eso que eres una superheroína, pequeña Nayla — Susurra lentamente en mi oreja derecha asegurándose que solo yo haya escuchado.

— ¡Ariana!, te he dicho que no lo digas en público — Le susurro devuelta mientras guardo mi horario en mi bolsillo izquierdo.

— Perdón, pero todos están hablando de "WhiteGirl", sólo que yo soy la única que sabe sobre ello — Dice burlescamente mientras mira a los demás.

— Ajá, por cierto, ¿has pensado en lo que te propuse? — Le dije sigilosamente mientras daba vuelta al pasillo.

— Si, por cierto cada vez más mi decisión se va balanceando al sí — Dijo ladeando su cabeza al lado contrario de mi.

— ¡Ariana!, por favor,  sabes que no puedo hacerlo sola necesito ayuda — Dije haciendo pucheros.

— Dejame pensarlo, mañana por la mañana sabrás mi decisión — Dijo y seguidamente se fue corriendo nuevamente por donde veniamos.

— Espero que la respuesta sea positiva — Suspiro. Suena la campana anunciando que el descanso ya terminó, corro por los pasillos lo más rápido que puedo.

Cruzo una última curva y logro divisar la cancha a lo lejos. Últimamente la profesora ha estado más exigente que de costumbre, así que para evitar un sermón me escondo detrás de una de las bancas y me hago invisible. Una vez lo hago, me teletransporto al baño de chicas, me aseguro de que no haya nadie y regreso a la normalidad, seguidamente me encierro en uno de los cubículos y me cambio de ropa en un chasquido de dedos, salgo y me observo al espejo, paso mis manos por mi rubio y ondulado cabello y seguidamente me lo agarró en una coleta, perfecto.

Salgo de los baños y corro rápidamente a la cancha, a lo lejos puedo observar como la profesora Camille va entrando con un sándwich en su mano derecha mientras que le da varios mordiscos rápidamente y se lo termina en un dos por tres, seguidamente ella también corre hasta el medio de la cancha, llegamos a la vez por lo cual no me puede castigar, y mucho menos reclamar.

— Por poco señorita Nayla — Me dice con una clara mueca de disgusto, luego la cambia a un semblante serio y empieza a explicar que haremos el día de hoy, una vez nos da las indicaciones empiezo a hacer lo pedido.

En un descuido pierdo el equilibrio y a pocos centímetros de que caiga el suelo se convierte en material para saltar, como el de los castillos inflables en las fiestas de niños.

Todos quedan en shock, incluyendome, esto nunca me había sucedido, normalmente manejo bien mis poderes, no entiendo por qué ésta fue una excepción.

— ¿Qué fue eso? — Dice una de las chicas con las cuales me toca esta clase. Temo a que alguien se de cuenta de que fui yo — Nayla ¿viste lo que acaba de pasar?.

— S-Si — Respondo tartamudeando mientras afirmo con mi cabeza, seguidamente grito desatando el caos, todas y cada una de las chicas nos vamos rápidamente, por cierto esta materia solo me toca con chicas.

Me voy lo más rápido posible del campus y comienzo a correr por los pasillos, mientras corro, siento que mis pies se sientes resbaladizos.

Observo hacia bajo, y si, efectivamente ya se porque están resbaladizos, el piso está hecho de hielo, con cada paso que doy se va expandiendo cada vez más.

Acelero mi paso y encuentro un baño de chicas, entro, cambio mi ropa normal chasqueando mis dedos por el traje blanco que llevo al ser heroína, cambio mi color de cabello a un tono rubio más oscuro y salgo del baño, levito para tener una mejor vista de lo que está ocurriendo en estos momentos, y todo está hecho de hielo.

Realidad IndefinidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora