capitulo 4: Liam

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-susan, le puedes entregar estos papeles a mi padre cuando salga de la junta, ya me tengo que ir, adiós -le digo mientras le entrego los papeles y salgo.

Paso a comprar un cafe y cuando me doy la vuelta para salir de la cafeteria, alguien derrama el suyo en mi camisa.

-¡oh! ¡Mierda! Lo siento mucho te juro que te repongo la camisa.       -dice una voz femenina, mientras trata de limpiar mi camisa con una servilleta pero eso solo lo empeora.

-está bien no te preocupes, creo que lo estas empeorando -me rio mientras la veo como intenta arreglarlo. -cuando levanto la vista hacia su rostro, no lo puedo creer es la hermosa rubia de ojos azules que pensé que jamás volvería a ver de nuevo, entonces mi sonrisa se intensifica aún más. -¿tam? ¿Tamara Williams? ¿Eres tú? ¿No lo puedo creer? ¿Pensé que jamás te volvería a ver, guapa? -sigo sin poder ocultar mi gran sonrisa.

-sí, soy yo, ¿pero tu quien…..? ¡Oh por Dios! ¡Liam! Pero mira cómo has cambiado te extrañe mucho hombre -dice con una gran sonrisa mientras me da un gran abrazo.

-¿por qué diego no me dijo que vendrías? ¿Cuándo has llegado?  -diego es el hermano menor de tam.
-Es que llegue ayer por sorpresa, no le dije a nadie, además sabes que mi hermano no habla con nadie más que no sea tu hermana.

-que te parece si te invito otra malteada y me platicas de todo tu viaje -ella asiente y nos sentamos en una de las mesas.
Después de una hora de hablar hemos recordado viejos tiempos, me he enterado que ella va a trabajar en la empresa de su padre, se va quedar a vivir aquí y no tiene novio esa fue la noticia que más me intereso.

-Bueno ya me tengo que ir liam, me encanto hablar contigo -dice mientras se para y acomoda la silla.

-espera, ¿no te gustaría salir conmigo otro día?

-me encantaría salir contigo

-genial, que te parece este sábado, ¿paso por ti?

-claro, este sábado, pero mejor te veo en tu casa, quiero visitar a tu mama, ella me ayudó mucho a superar lo que paso con mi madre, quiero ver cómo sigue.

-está bien, entonces adiós tam.     -me sonríe, dice que si con la cabeza y sale por la puerta.

Tamara y yo habíamos sido novios desde que yo tenía 15 y ella 13, habíamos durado dos años pero cuando yo iba a cumplir 18, ella se fue a un internado a Francia así que tuvimos que terminar, ya han pasado tres años, pero cuando la vi, volvieron todos mis sentimientos hacia ella espero que volvamos a ser lo que fuimos.

El amor... no tiene limites Donde viven las historias. Descúbrelo ahora