-susan, le puedes entregar estos papeles a mi padre cuando salga de la junta, ya me tengo que ir, adiós -le digo mientras le entrego los papeles y salgo.
Paso a comprar un cafe y cuando me doy la vuelta para salir de la cafeteria, alguien derrama el suyo en mi camisa.
-¡oh! ¡Mierda! Lo siento mucho te juro que te repongo la camisa. -dice una voz femenina, mientras trata de limpiar mi camisa con una servilleta pero eso solo lo empeora.
-está bien no te preocupes, creo que lo estas empeorando -me rio mientras la veo como intenta arreglarlo. -cuando levanto la vista hacia su rostro, no lo puedo creer es la hermosa rubia de ojos azules que pensé que jamás volvería a ver de nuevo, entonces mi sonrisa se intensifica aún más. -¿tam? ¿Tamara Williams? ¿Eres tú? ¿No lo puedo creer? ¿Pensé que jamás te volvería a ver, guapa? -sigo sin poder ocultar mi gran sonrisa.
-sí, soy yo, ¿pero tu quien…..? ¡Oh por Dios! ¡Liam! Pero mira cómo has cambiado te extrañe mucho hombre -dice con una gran sonrisa mientras me da un gran abrazo.
-¿por qué diego no me dijo que vendrías? ¿Cuándo has llegado? -diego es el hermano menor de tam.
-Es que llegue ayer por sorpresa, no le dije a nadie, además sabes que mi hermano no habla con nadie más que no sea tu hermana.-que te parece si te invito otra malteada y me platicas de todo tu viaje -ella asiente y nos sentamos en una de las mesas.
Después de una hora de hablar hemos recordado viejos tiempos, me he enterado que ella va a trabajar en la empresa de su padre, se va quedar a vivir aquí y no tiene novio esa fue la noticia que más me intereso.-Bueno ya me tengo que ir liam, me encanto hablar contigo -dice mientras se para y acomoda la silla.
-espera, ¿no te gustaría salir conmigo otro día?
-me encantaría salir contigo
-genial, que te parece este sábado, ¿paso por ti?
-claro, este sábado, pero mejor te veo en tu casa, quiero visitar a tu mama, ella me ayudó mucho a superar lo que paso con mi madre, quiero ver cómo sigue.
-está bien, entonces adiós tam. -me sonríe, dice que si con la cabeza y sale por la puerta.
Tamara y yo habíamos sido novios desde que yo tenía 15 y ella 13, habíamos durado dos años pero cuando yo iba a cumplir 18, ella se fue a un internado a Francia así que tuvimos que terminar, ya han pasado tres años, pero cuando la vi, volvieron todos mis sentimientos hacia ella espero que volvamos a ser lo que fuimos.
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El amor... no tiene limites
Teen FictionUna familia, cinco historias de amor prohibidas. Elizabeth: "¡por que! ¿Por qué de todos los hombres que hay en el mundo, me tenía que enamorar de él? Si tan solo no hubiera salido, tal vez nada de lo que está pasando sucedería, tal vez seguiríamos...