ELIZABETH
Estoy muy nervosa mientras bajo del auto, hoy es mi cita con ethan; y mi hermano, liam se ha ofrecido a traerme.
-buena suerte lizzy, ya verás que todo va salir bien, y si te hace daño se las verá conmigo. -dice liam con una sonrisa. -ahora ve hermana
Le doy las gracias por traerme, y me voy caminando hacia la estatua donde habíamos quedado, los últimos días no he podido dejar de pensar en esta cita, me he puesto un vestido azul rey con estampado de flores, un suéter y zapatillas de color verde, llevo mi cabello negro suelto y mis ojos azules resaltan con la línea negra que pinte debajo del parpado.
Entonces lo veo está parado justo a lado de la estatua, lleva una camisa de color azul oscuro un pantalón negro se ve extremadamente guapo; me acerco hacia donde está.-hola ethan perdón si llegue un poco tarde.
-hola tranquila, yo fui el que llego temprano, pero bueno te ves hermosa -dice mientras se sonroja
-gracias tú también estas muy guapo
-¿si?, bueno ¿lista para irnos? -pregunta y yo asiento con la cabeza
Pronto llegamos a un restaurante, muy bonito, nos dan una mesa para dos y nos sentamos.
-y cuéntame de ti -dice, mientras se lleva a la boca un trozo de carne.
-vengo de una familia grande, tengo cuatro hermanos y unos padre estupendos, estoy yendo a la universidad, estoy en último año, me encanta leer y bailar, ¿y tú? ¿Qué me puedes contar?
-bueno, yo no voy a la universidad, también me encanta leer pero no se bailar muy bien
-¿y qué hay de tu familia? -le pregunto a ethan
-nunca conocí a mi padre, no tengo hermanos y mi madre era alcohólica, cuando tenía 17 ella murió por lo mismo y yo me fui a vivir con un amigo, ya no estudié, me puse a trabajar en el mercado de frutas.
-lo siento mucho, no debí haber preguntado -le digo mientras coloco mi mano con la suyo
-tranquila, te lo tendría que contar en algún momento.
Después de eso hablamos durante un rato más de cosas tribales, salimos del restaurante, y damos un paseo, y cuando menos siento ya son la 8:30 de la noche.
-vaya a pasado muy rápido el tiempo, ya son las 8:30 -digo un poco sorprendida.
-¿sí? que lastima me gustaría haber pasado más tiempo contigo, pero bueno, vamos a mi auto, te tengo que ir a dejar
-¿enserio? Puedo pedir un taxi, no me tienes que llevar si no quieres
-¡pero qué dices! ¡¿Qué clase de hombre seria si dejara que te fueras en un taxi sola?!
Me abre la puerta de su auto, es todo un caballero, se sube al auto y empieza a manejar, durante el viaje también hablamos, y él me hace reír mucho, también peleamos un poco sobre la opinión que tenemos de algunos libros.
-bueno aquí estamos, esta es tu casa -dice mientras me abre de la puerta para que me pueda salir.
-gracias, me encanto esta cita ethan, es la mejor que he tenido -no miento, esta sin duda es la mejor cita.
-no, gracias a ti Elizabeth por lo espectacular tarde que me has hecho pasar, espero tener más citas contigo
-yo también lo espero ethan
-normalmente no hago esto en la primera cita, pero me gustas Elizabeth -lo dice mientras acerca su cara a la mía, cuando su frente está pegada a la mía y su nariz toca la mía, pregunta:
-¿pudo besarte? -asiento con la cabeza, mientras me recargo del auto, el pega sus labios a los míos, el beso es suave y delicado, sus labios saben también y encajan perfecto con los míos siento una chispa de electricidad y sé que él también la siente, tiene las manos en mis mejillas como si no quisiera que me apartara del beso, y yo tengo mis manos en su cintura, por fin nos soltamos.
-adiós ethan -digo mientras sonrió y aparto mis manos de su cintura
-adiós Elizabeth, te llamo mañana para arreglar otra cita. -asiento, él sonríe me da un beso en la mejilla se sube al coche me dice adiós por ultima ves y se marcha.
Esta sin lugar a dudas ha sido la mejor cita de toda mi vida.
ESTÁS LEYENDO
El amor... no tiene limites
Teen FictionUna familia, cinco historias de amor prohibidas. Elizabeth: "¡por que! ¿Por qué de todos los hombres que hay en el mundo, me tenía que enamorar de él? Si tan solo no hubiera salido, tal vez nada de lo que está pasando sucedería, tal vez seguiríamos...