Capítulo 38

11K 446 68
                                    


Sus manos se han metido por debajo de mi camiseta, tocando mi abdomen y mis costados acariciando con delicadeza. Mientras que su boca está sobre la mía y las mariposas de mi estómago han vuelto de nuevo.

Mis manos se apoyan en su pecho tirándole hacia atrás mientras que niego con la cabeza.

—No, Brayden. No pienso ser tu entretenimiento esta noche.

Su ceño se frunce ligeramente y su mandíbula de aprieta.

—¿Por qué mierda piensas eso?
–dice en voz ronca y murmurante.

—Porque es lo que va a pasar. No pienso acostarme contigo otra vez.

—Si quisiera entretenerme me hubiera ido con otra esta noche y te hubiera dejado aquí sola –dice serio– tú no eres como las demás, Alle.

Por primera vez me ha llamado como siempre me llama todo el mundo y no: "Allegra" "Nena" o "Allegrita".

Un nudo se ha puesto en mi estómago y las mariposas pasan con mayor rapidez siguiendo los latidos de mi corazón.

—¿Eso es lo que siempre dices para llevarte a las chicas a la cama?
–pregunto en una carcajada.

—No, cuando me quiero follar a algúna tia solo le guiño el ojo y acepta.

Ruedo los ojos y niego con la cabeza.

—No te creo. Y no quiero ser tu nueva "Maggie".

—Tú no eres mi nueva "Maggie". Con Maggie no compartía mi tiempo y reía con ella, no estaba más de cinco minutos que era los que estaba con ella cuando lo haciamos. Ella solo era una diversión, tú eres diferente.

No sé por qué, pero algo dentro de mi le cree. Aunque seguramente esté mintiendo, pero le creo.

—¿Cómo se que no estas mintiendo?

—Piensa lo que creas mejor, no tengo que convencerte de nada solo para llevarte a la cama.

Sus ojos pardo sostienen los míos por largos segundos, con su mirada fija en mi y totalmente serio. Brayden se inclina hacia mí y nuestros rostros quedan casi pegados uno del otro. Con nuestras respiraciones unidas

—No te miento, Alle.
–susurra cerca de mis labios.

Cierro los ojos por unos segundos largos. Los vuelvo a abrir encontrándome con sus ojos todavía sobre los míos, los cuáles viajan hacia mis labios y los vuelve a subir nuevamente. Mis manos suben hacia su nuca, acariciando ésta.

Su frente se apoya sobre la mia y su cuerpo se coloca encima de mí, llevando una mano hasta mi muslo y subiendo mi pierna por encima de su cadera.
Nuestros labios lentamente se van acercando hasta que finalmente se unen en un beso lento e intenso a la misma vez, dejándonos llevar por el momento.

Su boca viaja hacia la curva de mi cuello repartiendo besos por esa zona. Mis mando acarician su espalda y la aprietan sin llegar a hacerle daño y sus besos se vuelven más intensos. Sus manos consiguen deshacerse de mi camiseta tirándola a algún rincón de su habitación y después van sus bóxers quedando desnudo encima de mí. Con un ligero movimiento se deshace de los que yo llevo puestos y su boca vuelve a juntarse con la mía en el momento que nuestros cuerpos se unen y una burbuja de placer nos envuelve entre suspiros y jadeos.

[...]

Mis ojos se abren cuando siento la luz del día darme fuertemente contra el rostro, consiguiendo que frunza el ceño y pestañee varias veces molesta por la luz.
Siento un ligero apretón sobre mi cintura cuando intento moverme hacia el borde de la cama, cuando me giro hacia el otro lado, veo a Brayden con la cabeza en la almohada, su brazo alrededor de mis caderas y su cuerpo pegado al mío.

Entre el cielo y el desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora