Jealous Daddy On [En Edición Y Pausada]

Celos 1

La pequeña familia llegó a casa ese día para poder establecer al pequeño Yuri en su nuevo hogar. Jugaron con el pequeño toda la tarde, comieron una rica cena japonesa que Yuuri se había empeñado en preparar y al final de la noche se llevaron a Yuri a bañar para que luego ponerlo a dormir al ver que ya cabeceaba frente a su plato de comida.

Ya en la intimidad de su cuarto y arropados, Víctor y Yuuri se preparaban para dormir cuando el Ruso agarro de la cintura a su esposo y se quedaron así un momento cuando el susurro de Yuuri rompió el silencio de la habitación.

—Él es un gran niño.

—Si lo se, ojalá nunca cambie y sea mi bebé siempre — Dijo Víctor para al final besar la cabeza de Yuuri y dormirse profundamente.

13 años después...

—Hey viejo, tengo que hablar algo contigo.

—Yuuri ya oíste como me habla nuestro gatito.

—Yuri, no le hables así a tu padre.

—Esta bien, lo siento papá, necesito que te sientes y me escuches, tengo algo muy importante que decirte.

—Esta bien habla, te escucho gatito.

—Primero que nada no me digas gatito, ese apodo sólo me lo puede decir papi Yuuri y segundo… —Dijo Yuri con nerviosismo en su voz y susurro lentamente —tengo novio— Dijo con un leve enojo y sonrojo.

—¿¡QUEEEEEEEEEEEE!? No, no, no, no, no y no, Yuuri ya escuchaste lo que dijo, es muy joven para tener un novio. ¡Yuuuuuuri!, dile algo, nuestro pequeño tiene novio — dijo Víctor con una mano en su pecho fingiendo dolor

—Este, pues... Víctor yo ya sabía que Yuri tenía novio — dijo nervioso

—¡¿QUEEEEEEE?! ¡¿como que ya sabías que mi bebé tenía novio y no me lo dijiste?! — dijo con un tono dolido  —No aceptó ese noviazgo, ni conocerlo quiero

—Pues te aguantas viejo porque Beka va a llegar en media hora para cenar con nosotros — dijo el rubio ya enojado por la escena que estaba haciendo su padre.

—¡¿QUEEEEEE?! ¡va a venir a MI casa ese joven que quien sabe qué intensiones quiere con MI hijo!

—¡Ya viejo calvo! ¡si sigues gritando se te va a caer más el pelo.

—¡Yuuuuuuuuuri! Mira como me habla, de seguro ese noviecito suyo le enseña hablar así. Vez todavía ni lo conocemos y ya es mala influencia para nuestro bebé.

—Ya, ya paren los dos y vayan a arreglarse y Víctor no le creas a gatito tu no estas calvo — Dijo el pobre nipón con los nervios de punta, esos dos algún día lo sacarían de sus casillas.

Gracias a IzzyLevine por ayudarme con la edición de la historia