Sasuke Uchiha One-Shots

#2

The Last

El día estaba hermoso, era un día típico de invierno. Había abundante nieve cayendo del cielo y hasta era difícil caminar con el doble de nieve en el suelo. Metí mis manos en los bolsillos de mi suéter y apresuré el paso.

—¿Escuchaste que Sasuke Uchiha volvió a la aldea? —escuché a una señora decirle a su amiga. Eso llamó mi atención pero rápidamente le resté importancia.

Seguí caminando, no tenía ningún lugar al cual ir pero solo quería estar fuera de casa. Después de todo, siempre estaba sola ahí, y eso era lo que menos me gustaba en estas épocas del año.

Vi a Ino en la florería de su familia, me sorprendía que aún siguiera abierta. No tenía nada más que hacer así que me acerqué con ella. No éramos las mejores amigas pero no nos llevábamos mal.

—Hola, _____. ¿Qué te trae por aquí? —preguntó confundida.

—Pasaba por aquí y quise saludarte. Ha pasado bastante tiempo sin vernos. —le sonreí.
Estuve ahí por un buen rato. Nuestras conversaciones variaron, hasta que terminamos hablando de su vida amorosa.
—¿Cómo ha estado todo con Sai? —le pregunté alzando mi ceja.

Se sonrojó, algo que en realidad no había visto antes en ella.
—Creo que nuestra relación va por un buen camino. Espero que pronto me pida matrimonio. Aunque conociendo a Sai eso tomará bastante tiempo. —
Sonrió pero su sonrisa se desvaneció rápido.
—Y, ¿tu ya viste a Sasuke? —preguntó nerviosa.

Fruncí el ceño. —Es la segunda vez que escucho de él. ¿Enserio volvió? —le pregunté y ella asintió. Suspiré y asentí.
—Te veo después, Ino. —me despedí y salí de la tienda.

Ahora quería ir con él. ¿En serio había vuelto? Y si era así, ¿por qué aún no me había buscado? Mi estómago hizo un sonido raro que me sacó de mis pensamientos. Podía ir a comer y después ir a buscarlo, eso sonaba como una buena idea.

No me gustaban los restaurantes modernos que habían ahora en Konoha, así que decidí ir a uno de los pocos lugares de mi adolescencia que aún seguía abierto. Alcé la carpa para poder entrar y me encontré a Naruto y Sasuke comiendo ahí.

—Hola, Naruto. Hola, Sasuke. —los saludé y me senté junto a ellos. Ordené el ramen que siempre pedía.
Me tomó un momento para reaccionar. Abrí mis ojos en sorpresa y giré mi cabeza hacia ellos, en serio había vuelto.

Trataba de hablar pero nada salía de mi boca. Naruto comenzó a reír ante mi reacción. Sasuke también tenía una sonrisa en su rostro.
—Hola, _____-Chan. —se levantó de su lugar. —Bien, los dejo solos.

—Naruto, no tienes que irte. —le dije. No por haber llegado yo él tendría que irse.

—Yo ya terminé de comer. —sobó su estómago y sonrío. —Fue un placer verte, _____. —se despidió con la mano y salió.

Me levanté de mi asiento y me senté donde estaba Naruto previamente, junto a Sasuke.
Sentía su mirada sobre mí. Giré mi cabeza y nuestras miradas se cruzaron después de tanto tiempo. Era como si el mundo se hubiera detenido por unos instantes... hasta que escuché la voz de Teuchi decir que mi comida estaba lista.

Tomé dos palillos, los separé y comencé a comer. Sasuke también había ordenado algo para él.
Traté de terminar mi comida lo más rápido posible. Cuando por fin mi plato estaba vacío lo coloqué a un lado.

Puse toda mi atención en Sasuke.
—Y, ¿qué te hizo volver, Sasuke? —le pregunté con curiosidad.

Cuando por fin terminó su comida, me respondió.
—Vayamos afuera, _____.

Antes de que pudiera responder él ya había salido.
—Oye... —le dije pero no me hizo caso.
Salí y estaba todo vacío. Completamente vacío.
—¡Sasuke! —grité un par de veces pero no lo encontré. —Sasuke... —susurré, rindiéndome.

Me giré para poder irme a casa, pero noté como las luces de las calles comenzaron a apagarse, en su lugar habían luces rojas, negras, varios colores.

Tal como un genjutsu...

Escuché pasos detrás de mi y volteé para ver a Sasuke con una sonrisa. Se acercó más a mi. Colocó su mano en mi barbilla y alzó mi cara.

—Volví para darte un regalo... —comenzó a decir, acercándose más, si eso era posible. —... mi regreso. Feliz navidad, _____.

Cuando terminó de hablar besó mi frente, pero se quedó ahí, sin retirarse. Cerré los ojos disfrutando el gesto. Sentí su brazo ir a mi cintura en forma de abrazo, recargué mi cabeza en su pecho, devolviéndole el abrazo.

—Gracias, Sasuke... ¿Entonces esto quiere decir que...? —dije mientras levantaba la cabeza para verlo.

Sasuke asintió. —Supongo.

Una sonrisa enorme se asomó en mis labios. Suspiré. —Ya no seré tu prometida. —dije en tono de burla.

—Ahora serás mi esposa. —Sasuke dijo antes de besar de nuevo mi frente.
—Esa es la razón por la que volví.