Sasuke Uchiha One-Shots

#8

Pedido:

The Last

—Listo, terminé.— Me dijo Temari después de darle un último vistazo a mi cabello.
—Te ves muy linda.— Me tendió una sonrisa de ojos cerrados.

—Muchas gracias, Temari.— Miré a las otras chicas a través del espejo, quienes estaban escogiendo la ropa que usaría para la 'fiesta'
—Y gracias a ustedes también, chicas.

—¡De nada, _____!—Dijeron todas al mismo tiempo.

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—¡Provecho! (Itadakimasu)— dijeron todos en la mesa.

Por ser mi cumpleaños los chicos y chicas habían decidido que iríamos a cenar a un restaurante. Incluso se habían tomado la molestia de reservar para que sólo pudiéramos estar nosotros ahí. Hasta los hermanos de la Arena me visitaron.

—Mmm, ¿por qué no ha llegado?— Preguntó Naruto en voz baja, pero como estaba junto a mi aún así lo escuché.

—¿Quién no ha llegado?— Le pregunté, después eché un vistazo a todos en la mesa.
—Ya estamos todos aquí.— Dije confundida.

Naruto se exaltó cuando se dió cuenta que no había susurrado tan despacio.
—Ehhh... ¡nadie, nadie! Sólo pensaba en voz alta.— Rió nerviosamente y se sobó la nuca.

Me alcé de hombros y le resté importancia. Regresé mi atención a mi comida.

Unos minutos después se escuchó cómo la puerta principal era abierta.
—¿No habían reservado para que no viniera nadie más?— Pregunté tratando de no sonar grosera.

Los que estaban frente a mi asintieron con una sonrisa. Como estaba de espalda hacia la puerta tuve que girarme para ver quién era el intruso. Al verlo mi boca se abrió ligeramente con sorpresa.

Caminó hacia la mesa y Naruto se movió de su lugar para que él se sentara junto a mi.
—Feliz cumpleaños.— Dijo en tono neutro. Pero siendo Sasuke no era novedad, y con él siempre la intención es lo que cuenta.

—Gracias.— Dije tartamudeando, y me abofeteé internamente por verme tan estúpida. —Te ves muy guapo.— Dirigí la mirada a mi comida, porque sabía que mis mejillas se habían tornado rojas.

—Debes tener hambre, Sasuke.— Dijo Sakura rompiendo el silencio incómodo que se formó en la mesa.
—Te serviré algo.—

Todos siguieron en lo suyo y yo igual. Cuando estaba bebiendo de mi jugo sentí algo en mi muslo. Volteé a ver qué era y me encontré con un brazalete dorado. Miré a Sasuke.
—Es tu regalo de cumpleaños.— Me respondió sin voltear a verme.

Vi su muñeca y al parecer él tenía uno igual. Sonreí y mis ojos se llenaron de lágrimas de emoción. Pero evité llorar frente a todos. Al fin iba a tenerlo para mi.

Y la noche de mi cumpleaños culminó tomada de la mano con el único hombre que me puede hacer feliz en el mundo.

Pinche cringe nmms a veces me pregunto por qué les gusta lo que escribo jaja