Esto era un pueblo que mucha gente conoce pero que poca sabe decir su nombre, había un grupo de amigas, de esas que son de verdad, eran seis. Eran las más populares del pueblo y habían las siguientes personalidades en el grupo: Estaba Paula, ella era la más dulce, le encantaban los animales de peluche y todas esas cosas, tenía el pelo largo y liso y los ojos grandes y marrones. Luego estaba Daniela, ella era la más atrevida y no le daba vergüenza nada, tenía el pelo corto y rizado y era de ojos negros. También estaba Sara, ella era como muy "repipi" (así le llamábamos nosotras) y siempre hablaba muy fino y todo eso, era de pelo corto y liso y de ojos marrón oscuro. Luego estaba Lorena, ella era la que quería siempre ser como "la líder", y no sé cómo, pero lo conseguía, era de pelo largo y liso y de ojos negros. Sofía, ella era la más estudiosa, sacaba dieces en la mayoría de materias y casi nunca bajada del siete, aparte de eso, también era mi hermana melliza y no nos parecíamos en nada, ella era de ojos marrones y de pelo largo y liso. Por último, pero no menos importante, estaba yo, Marta, yo era la más pija del grupo (o al menos eso me decían mis amigas), me encantaba rosa, los pendientes y los tacones, era de pelo corto y rizado y de ojos marrón verdoso y todas de pelo marrón. Éramos simpáticas y buenas chicas. Nuestros padres tenían buenos puestos de trabajo: Mí padre y el de Sofía era el dueño de una empresa muy famosa y cada vez que teníamos un capricho era dicho y hecho, al día siguiente lo teníamos, pese a eso, no éramos de esas chicas ricas que se creen las mejores, sabíamos que teníamos nuestros defectos y con cada amiga pasaba lo mismo, el padre de Paula era un empresario que cada mañana a las ocho y media se iba y no volvía hasta las once de la noche. La madre de Sara era una prestigiosa maestra de matemáticas avanzadas en la universidad de Madrid y su padre igual, el padre de Daniela era astrónomo y el padre de Lorena era uno de los mejores cirujanos del país.
